español english français česky

Realmente, no vale la pena salirse de su camino para ver estos médanos. Pero sí vale la pena enterarse de su génesis.

Parece que siempre se tropieza con algún mar, con sedimentos, con levantamiento, con erosión. En este caso,

hará unos 225 millones de años, había aquí un brazo de mar que, al evaporarse, dejó grandes depósitos de yeso;

  luego, como parece que no podría ser de otra manera dichos sedimentos fueron elevados y abombados por las fuerzas internas de la Tierra;

▪ y luego, o sea, se calcula, unos 30 millones de años atrás, esos sedimentos de yeso abombados se hundieron por su medio, formando así un bajío;

entonces, esta cuenca se volvió el desembocadero natural, obligado, de corrientes de agua bajando por las nuevas laderas de yeso viejo, llenándose no solamente de agua sino también de cristales de yeso limados por los ríos de sus lechos de yeso, alcanzando dicho lago su máxima extensión hace recién 30.000 años;

luego, o sea no más de unos 20.000 años atrás, por un cambio de clima, el lago empezó a achicarse, dejando grandes extensiones de cristales de yeso;

y es este yeso en cristales, barrido por los vientos antes de haber tenido la oportunidad de endurecer otra vez en forma de sedimentos, que hoy forma estos médanos.

▪ Así que, ahora, hay médanos de yeso escurridizo, aun cuando con su superficie apergaminada, sobre una base de yeso rocoso.

Estos médanos cubren una superficie de 48 kilómetros por 16 kilómetros, pero ello no rectifica en nada su falta de gracia.

De más interés fue enterarse de la existencia de dos plantas que desarrollaron el arte de la adaptación.

→•   Una de ellas ajusta su grado de crecimiento al grado de movimiento de los médanos: cuando los médanos no se le acercan, dicha planta crece poco, pero apenas los movimientos de los médanos amenazan su existencia cubriéndola, empieza a crecer rápido para guardar su cabeza encima de los médanos.

→••  La otra planta, en vez de perder y recobrar sus hojas de alguna de las maneras habituales, las pierde cada vez que la sequía se vuelve por demás extrema y las recobra apenas hay un poco más de humedad.

Una ventaja de la falta de interés visual es que deja la cabeza libre para >>>>>>>>