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- Y entonces ¿por qué tantos edificios se empeñan en parecer de adobe si, por dentro, son del tipo madera-y-alambre-tejido como en cualquier otra parte del país, por qué no le dejan la apariencia habitual?

- Porque, por una ordenanza municipal, por lo menos en ciertos barrios, el estilo adobe es obligatorio.

Así son las aventuras del adobe, degradado de un material noble, simple, eficiente, a un recurso de artificio de teatro; un caso más de lo que pasa a menudo en Vespuccia - que las cosas, por dentro, no son lo que parecen por fuera.

Nos pasamos todo el día, literalmente todo el día, haciendo revelar nuestras fotografías; de a dos rollos, de a dos rollos. Y no es chiste hacer revelar 550 fotografías; y verificarlas; catalogarlas; y mandar volver a hacer algunas por defectos; todo el día.

Ah sí, una cosa al lado que hicimos, fue visitar la iglesia de Cristo Rey, un poco en las afueras de la ciudad.



La iglesia Cristo Rey

El camino mismo para llegar a dicha iglesia ya valió la pena del viaje. Pasamos por un barrio que debe de ser el más pintoresco de toda la ciudad de Santa Fe, totalmente de otro siglo, totalmente ajeno a avenidas, calles rectas, luces de tráfico, veredas, y con mucho de lo construido, de adobe verdadero - obvio, ya sea porque los bloques de adobe están a la vista sin revoque o porque el revoque está tan desigual que se casi puede ver los bloques de adobe a través.

Y naturalmente, todo, puramente español; la calle que nos llevó a dicho barrio se llama Acequia Madre.

La iglesia misma es una incongruencia por dónde se la tome:

+ está hecha totalmente de adobe y de maderos, es la estructura de adobe más grande de toda Vespuccia;

+ el alto relieve de piedra detrás del altar fue tallado en los años 1750 y es un ejemplo sobresaliente del arte colonial español;

+ es curioso observar que, entre sus figuras, tiene representaciones de un santo del Perú y de un santo de Chequia;

+ ... pero la iglesia misma fue construida prácticamente ayer: en 1939;

+ se destaca por su falta casi total de adornos; sorprendentemente ni siquiera una cruz en el altar; el cual altar es una simple mesa - lo que, por otra parte, debe de ser la reproducción más auténtica de la mesa de la última cena.