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una tela, cada aguja está provista de un sistema sincronizado de perforación que, primero, abre el agujero por donde luego pasa la aguja.

Las láminas de medidas ya adecuadas así obtenidas se las separa por un coeficiente de humedad, ya que, naturalmente, la humedad de las varias profundidades del tronco va de mayor a menor del exterior al interior del tronco.

Luego, se pasa dichas láminas así agrupadas según su parecido de humedad por secadores, dejando cada pila un tiempo diferente para que salgan todas con un porcentaje de humedad parejo, que no debe ser más del 6/oo.

Luego, se encamina las láminas por debajo de un sistema de rociamiento de cola de carpintero caliente.

Después de lo cual, se encima la cantidad de láminas necesaria para el tipo de terciado que se desea fabricar.

  En el caso que vimos nosotros, fabricaban terciado de tres hojas. La máquina rociadora preparaba una lámina que, entonces, caía en un receptáculo, luego rociaba otra lámina - y al mismo tiempo que ésta caía encima de la primera, también, de otro depósito, caía, concurrente- y automáticamente, encima de las dos, una lámina sin encolar, que sería la capa superior del terciado.

Cada encimada de tres láminas está luego colocada en una bandeja individual, en un juego de quizás 25 bandejas encimadas, y luego el conjunto se comprime como un fuelle, quedándose en compresión durante cuatro minutos.

Luego de ver salir los terciados calentitos de la prensa aflojada, como pancitos de un horno de panadero, lo único que queda por hacer es emparejar los costados de cada encimada y despachar la mercadería a plaza.

Es éste uno de los pocos trabajos industriales que vimos que no da emanaciones obviamente desagradables; en cuanto a nocivas, no sabemos.

De paso, también tuvimos la oportunidad de aprender algo de las glorias del pino. Hay gente para quien la palabra pino es sinónima de epopeya hecha madera.

| Los pinos pertenecen a todas las épocas. Existían ya hace más de 300 millones de años. Los más viejos que existen hoy, unos ejemplares en la Sierra Nevada de Vespuccia, se calcula que tienen un edad de 4.600 años.

| Los pinos pertenecen, ya sea por naturaleza o por transplante humano, a todas las latitudes. En el hemisferio norte, por naturaleza, en el hemisferio sur, por propagación humana en los dos últimos siglos.