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Y esto es otro capítulo; mientras, otrora, la gente enfrentaba sus rigores por la atracción del oro, ahora, la gente enfrenta sus rigores por amor al arte; y no se trata de unos pocos originales; es una verdadera muchedumbre que, cada verano, se encamina por este embudo de rigores; a tal punto, que los pocos refugios construidos a lo largo de la huella en los primeros años de la moda para que los caminantes pudieran pernoctar en ellos, ahora si apenas alcanzan para secarse cuando llueve y seguir camino; leña que, antes, estaba disponible, por los bosques a lo largo de la huella, hoy no hay más: la que había, ya fue quemada, y la naturaleza no da abasto.

En otras palabras, esta huella del Chilkoot Pass, después de haber sido un escenario de la locura humana, ahora es un símbolo del sobrepoblamiento humano y del consecuente agotamiento de la naturaleza.

Y no hay que creer que los caminantes que emprenden esta travesía se arrepienten luego de su decisión: los hay que vuelven año tras año para lanzarse otra, y otra, vez; por el registro que los caminantes firman antes de largarse, vimos que, por lo menos uno, recorrió la huella del Chilkoot Pass ya por lo menos cuatro veces.

En cuanto a osos, aprendimos unos interesantes elementos del lenguaje osuno. Cuando un oso se para en sus patas traseras y menea su cabeza, no indica intenciones agresivas sino que solamente trata de averiguar qué es lo que ve; cuando se para de perfil a un intruso, le muestra que lo quiere ignorar y le pide que se vaya.

Vamos a pasar la noche aquí no más, cerca de la cabecera del Chikloot Pass.

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Esta mañana, el tiempo otra vez se nubló; hasta llueve; parece que ayer tuvimos una tajadita de temperie justo de medida para la travesía de Haines a Skagway.

Esta mañana, fuimos al museo de Skagway; pero no es cosa extraordinaria, por lo menos no para nosotros, porque se refiere a elementos de la vida diaria que, si bien pasaron ya a la historia, todavía existían cuando nosotros éramos pequeños; podría tener interés para jóvenes, pero jóvenes no había.

Y ahora, vamos a seguir viaje hacia el norte.

Estamos deslizándonos a lo largo de la huella del White Pass, que salía de Skagway en reemplazo de la huella del Chilkoot Pass. La huella de White Pass original no se ve más, pero todavía se ve los restos del primer trecho de camino en cornisa, cavado para aliviar los rigores de la huella; también se ve >>>>>>>>