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Con la lluvia, las flores se volvieron todavía más resplandecientes que de costumbre; incluyen, entre muchas otras, lirios salvajes, rosas salvajes; sería tentador hacer un lindo ramillete, pero nosotros no arrancamos flores, no quebramos ramas, dejamos que crezcan.

Dejó de llover, por lo menos por ahora. Nos anidamos para la noche - si es que se puede llamar noche este período cuando nunca obscurece - en una cantera abandonada. Para lavarnos, utilizamos agua tibia sin necesidad de calentarla en un fuego; estamos a la vanguardia de los adelantos más recientes de la ciencia moderna: utilizamos la energía solar - lo mismo hacían nuestros abuelos, pero, en aquellos días, era todavía un estigma de atraso y no una visión futurística de la ciencia moderna.

Hablando de ausencia de obscuridad, hace, creemos, casi dos meses que estamos con luz diurna permanente, las 24 horas; cuando nos toque nuestra primera noche negra, será probablemente toda una nueva sensación para nosotros. Ahora, por ejemplo, es casi la una de la mañana, no hay Sol porque está detrás del horizonte, pero la luz ambiente es una perfecta luz diurna.

Basta para hoy; que, considerando la hora, es más bien "para ayer".

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Esta mañana, nos despertamos, asediados por una horda de mosquitos; gracias a nuestro triple armamento, de fumigación, vaporización y unción, logramos repelerla.

Hablando de animales, hay que decir que, a pesar de que viajamos en lugares bastante apartados, no vimos criatura viva aparte de lo que mencionamos. Empezamos a creer que todas las advertencias que se ve en muchos lados de andar precavido contra osos y otras bestias podría ser solamente una estrategia turística para atraer a la gente. Božka dice que podría ser que, este año, los parques zoológicos todavía no entregaron los animales para la época turística.  Fuera de broma, lo cierto es que animales no vimos.

Vamos.

Hablando de animales, los de dos patas, en ciertos lugares tiene que haber muchos. El otro día, antes de Fairbanks, nos paramos en un manantial para aprovisionarnos en agua; no había nadie; es increíble el basural que esos chanchos bípedos saben dejar - naturalmente, este aspecto cochino de la naturaleza humana se ve en todas las latitudes y longitudes, pero en un lugar tan apartado como era aquel, se vuelve realmente muy enojoso; curiosamente, lo hace gente que parece, y se cree, civilizada.