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Olvídense, se nos dice, de las letras marcadas por una raya superior, I, T, D que, fíjense, se nos dice, son demarcadas así en el texto original.

Olvídense, se nos dice, de las letras A, M, O que sin mucha duda reflejan, como sucede comúnmente con otras letras en otros textos, la costumbre medieval de interjección religiosa como, en este caso, Ave María Ora pro nobis.

Fíjense, se nos dice, en las letras que quedan, SKUINHIR. Un anagrama de HINRIKUS. Tiene que haber habido un importante Hinrikus o Henricus entre los Vikingos.

¿Otro ejemplo?  El último.

A más del año 1123 ya referido, otros años figuran en el texto; uno de ellos es el año 1011. Ah pero, cómo está escrito. No, como para el año 1123, en letras por el simple significado numérico de las letras. En números - pero no necesariamente nórdicos. Y en dos maneras diferentes.

Una manera es, sí, en números nórdicos: d60_1 (d60_2 =10; d60_3 =11; en total 1011). Pero la otra manera es en números mezcla de ... latín y nórdico: la cantidad 1000, escrita en latín o sea M ... pero transliterada al futzor escandinavo d60_4, y la cantidad 11, escrita en números nórdicos d60_5; o sea una mezcla de latín disfrazado de nórdico, y nórdico sin disfrazar: d60_6.

Y ¿por qué tales diferencias? Todo, por altas razones criptológicas. Por ejemplo, la runa d60_7 en representación de la M latina por la cantidad 1000 tiene, naturalmente, además de ese significado explícito, el significado numérico intrínseco de la letra, lo que puede ser criptológicamente útil o indispensable en ciertos casos, cuando, pues, se utiliza, pero disruptivo en otros casos, cuando, entonces, se recurre a la representación por cifras nórdicas puras sin significado numérico intrínseco como ser d60_8; o viceversa.

Y en este texto no hay, felizmente, acrosticos o telesticos que detectar, disecar, interpretar, y reintegrar al significado general.

Un mundo aparentemente loco en un primer contacto, especialmente cuando uno se concentra en las peculiaridades como hicimos aquí, pero un mundo tanto más aceptable cuanto más se conoce, y especialmente si se toma en cuenta, que buena parte del exotismo es simplemente el exotismo de un idioma extranjero en una escritura diferente, que las palabras no son arbitrarios, cabalísticos, abracadabras sino legítimos miembros de la familia lingüística indo-europea. ¿No es la palabra TAK, aun cuando se disfraza criptológicamente en TAKH o en su anagrama TKA, de misma raíz que la palabra alemana Tag (día)? ¿O no es la palabra AHR, de la misma raíz que la palabra alemana Jahr, o la palabra inglesa year (año)? ¿O la palabra RISI, como la palabra alemana Reise (viaje)? Etc.