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Como estamos a solamente 80 kilómetros de Anchorage y como ya es bastante tarde, vamos a pernoctar aquí mismo. Hace bastante frío, especialmente comparando con el tiempo tibio de la península de Kenai; pero eso no es problema, el problema es las nubes de mosquitos.

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Llovió toda la noche y llovía cuando nos despertamos esta mañana, pero ahora paró, y el Sol se está abriendo paso entre las nubes.

Esta mañana, nos enteramos de que el témpano grande en el medio del lago es el más grande que jamás hubo de memoria humana; hace casi un año que está ahí, y nadie tiene la menor idea de cuánto tiempo va a llevar para derretirse.

Estamos acercándonos a Anchorage; por la misma carretera por donde salimos hacia la península de Kenai; de todos modos, la única carretera que conecta la gran península con tierra más firme; está estrechamente apretada entre los cerros de tierra firme y el agua que forma la península.

Muy pintoresco ahora, pero lo malo de esta configuración, en invierno, es que esta única carretera y, naturalmente los inevitablemente muchos viajeros, están permanentemente expuestos a aludes que, por las circunstancias climáticas de esta zona, ocurren con enojosa frecuencia; algo de veinte o treinta aludes por invierno. Vemos, a lo largo de la carretera, carteles indicando los trechos de gran peligro.

Naturalmente, los meteorólogos se dedican al juego de las predicciones para tratar de cerrar la carretera al tránsito cuando aumenta la probabilidad de un alud. Hasta tratan de crear aludes programados para despejar las laderas del peligro de aludes imprevistos.

Y eso ¿cómo lo hacen?  Estudian la nieve de varias maneras.

* Estudian las diferencias de estructuras cristalográficas entre las varias capas de la nieve. Diferencias de cristalografía entre capas indican que los cristales de las varias capas no se pueden enganchar de capa a capa, y que una capa superior presenta el peligro de deslizarse en alud sobre la inferior.

* Estudian las diferencias de frioturas entre sus varias profundidades (tienen que lograr detectar diferencias de tan sólo un grado centígrado en cada 10 centímetros de espesor porque es esta relación de friotura de 10 en 10 centímetros que es el límite cuando empiezan las condiciones para un alud). Diferencias de friotura entre capas indican diferencias de consistencia y, >>>>>>>> >>>>>>>>