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… Sí, realmente existen en Portugal superficies rocosas aplanadas y con canaleta para escurrimiento de líquido; lo cual nos interesa por la misma susodicha razón de analogías a ambos lados del Atlántico, como otra base para la tesis de las travesías keltiberas entre Europa y América. Existen en el paraje de "fragas de Panóias". (En el norte de Portugal, lamentablemente; felizmente, no cerca de la costa, por donde ya pasamos, sino más hacia la frontera con España; desde aquí, queda muy a trasmano; pero quizás podríamos ir desde Extremadura o Castilla; tenemos que ir.)

 Sí, existen en Portugal cámaras megalíticas, por centenares.

… No, nos dijo la arqueóloga en el Museo Nacional de Arqueología, no hay relación entre los escudos pétreos portugueses y los escudos pétreos neo-ingleses. "¿Cómo podría ser, a través del océano?" nos dijo, como argumento irrefutable.

… No, nos dijo la arqueóloga, no hay relación entre la roca aplanada y acanalada neo-inglesa y las rocas aplanadas y acanaladas portuguesas. "¿Cómo podría ser, de un lado al otro del océano?" dijo, como argumento irrebatible.

Además, no, nos dijo la arqueóloga, no hay que pensar en altares sacrificiales cuando es tan fácil pensar en matanza de puercos o extracción de zumo de alguna fruta. Lo que reflejó en nuestra memoria la necedad de este mismo argumento esgrimido por algunos, en oportunidad de nuestro paso por Nueva Inglaterra.

Así que las aseveraciones de los entendidos atrevidos respecto a las analogías entre Nueva Inglaterra y Portugal tienen fundamento; así que los arqueólogos oficiales son igualmente timoratos de ambos lados del Atlántico.

Hablando de Museo de Arqueología, también fuimos a su biblioteca a consultar unas fuentes. Y ello nos deparó, antes siquiera de entrar, un dulce consuelo por aquellas horas de irritación en otro renglón, de hace años ya: para ser admitidos a la biblioteca, tuvimos que dejar de rehén un documento de identificación; como de ninguna manera y por ningún motivo arriesgaríamos el extravío de un documento vigente, les dimos ... aquella tarjeta de identidad, con foto, plástico, firma, y todo, que tuvimos que conseguir, con cuánta pérdida de tiempo y paciencia, durante nuestra estadía en Panamá - tarjeta ahora, naturalmente, vencida. El anotar este incidente nos hace acordar de que ya tuvimos otro tal dulce consuelo, totalmente idéntico, en una biblioteca de museo en México.

El encuentro con Colón en Lisboa, o sea con el final-portugués del primer->  y-grandioso-regreso-de-Cristóbal-Colón-de-sus-primeros-descubrimientos-para
   -España, fue como sigue.

Es cierto que Colón no buscó, o no se le permitió buscar, refugio - de todos modos, no se refugió - en la bahía propia de Lisboa, como nosotros lo creíamos, sino que amarró su carabela Niña en el punto de la ribera del río >>>>>>>>