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de Nueva Inglaterra. Y aquí, esos mesomegalitos ni tienen necesidad de ser más grandes, por la exigüedad de los recintos - a no ser, al revés, que la exigüedad de los racimos de nichos funerarios sea en función del tamaño algo limitado de las piedras. De hecho, los recintos son tan angostos y poco profundos que parece increíble que alguien jamás se haya podido introducir adentro. En cuanto a profundidad, se podría argüir que el piso original estaba más hondo antes de la acumulación a lo largo de siglos, ¿pero el ancho?

Uno solo, entre estos racimos de nichos, se podría honrar con la denominación de megalítico, en particular en lo que atañe a las piedras paradas a manera de paredes - pero sin el aura de sobrehumano del megalitismo horizontal.

Varios de los racimos de nichos tienen sus techos idos - ni el material queda - de manera que se ve la estructura interna como en un plano. Trátase, en cada caso, de un pasillo de acceso y, en su extremidad interna, de tres nichos, uno al frente, uno a la izquierda, uno a la derecha, con el resultado práctico de dos trincheras en forma de cruz; si bien hay que considerar que la cruz puede ser sólo el resultado incidental del conjunto y no un concepto rector.

Por lo menos, un rasgo que ambas expresiones megalíticas - aquí, en Loughcrew, y así en Nueva Inglaterra - tienen en común, es que ambas tienen sus estructuras pétreas cubiertas por túmulos de tierra. Las trincheras, aquí, son pasillos y nichos que, por alguna razón, perdieron su cobertura de tierra y su techado de mesomegalitos, pero no sus costados. Por esa circunstancia se ve que lo que da impresión de trinchera no es el resultado de excavar sino de acumular tierra, dejando los pasadizos y nichos libres.

Vamos a seguir nuestro desvío e inspeccionar otro sitio de la antigüedad megalítica iresa, Brugh na Boinne, a ver si encontramos algo más parecido a lo que vimos en Nueva Inglaterra.

Otra zona, y no simplemente un sitio, de estructuras megalíticas; a lo largo de un trecho del valle del río Boinne, o Boyne como se lo escribe en inglés.

Acabamos de ver el sitio más famoso - no sólo de esta zona sino de toda Eria - de nombre New Grange.

Aquí sí, hay megalitismo. Y hay magnificencia; no por el megalitismo en sí sino por la inventiva en la utilización del megalitismo.

Así como Loughcrew es otro mundo, de presencia por debajo de las cámaras neoinglesas, esto aquí es otro mundo, de prestancia infinitamente por encima de las cámaras neoinglesas.

> Hay que imaginarse una estructura en cruz horizontal, hueca, o aparente cruz como aquellas en Loughcrew, pero a escala gigante, como si aquellas en Loughcrew fuesen una maqueta a escala reducida; y hay que imaginársela, >>>>>>>>