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Una joya de absurdidad, sin embargo, se merece mención especial. Se trata de la división de palabras entre el final de un renglón y el principio del renglón siguiente.  En vez de dividir entre el final y el principio de líneas:

......                                                             ...... were
not ......

esta inenarrable absurdidad divide
......                                                             ...... wer-
en't ......

Somos incapaces de encontrar un caso ilustrativo análogo en castellano.

►  Así son las primeras radiaciones recibidas de Europa.

Y nos quedamos con una evidencia y un asombro.

La evidencia de que, así como la aduana colombiana nos había parecido, en su momento, un infierno pero luego, después de la aduana quisqueyana, nos pareció sólo un purgatorio, así nuestras amarguras con los consulados de los varios países americanos, que, en su oportunidad, nos habían parecido en ciertos casos inaceptables, ahora, después de estas impresiones europeas, nos parecen sólo superficiales flaquezas humanas.

¿Qué consulado americano - o sea, básicamente, iberoamericano - nos mandó jamás una nota garabateada a mano, sin fecha, sin firma? ¿En qué texto castellano o portugués o francés (de Québec) tuvimos que sufrir analfabetismo e inconceptualismo? ¿En qué país americano tuvieron el indecoro, la mezquindad, de mencionar que no cobran derecho de importación sobre la nafta en el tanque del vehículo? Pensar en las reservas de nafta que teníamos con nosotros para centenares de kilómetros a más del tanque del vehículo y que a nadie se le ocurrió jamás siquiera mencionar. Tenemos una sugerencia: ¿por qué esos ciertos Europeos no someten a impuesto, o no eximen explícita- y generosamente de impuesto, al aceite en el motor del vehículo? ¿En qué país americano se nos esgrimió el espectro, de aumentar nuestras miserias en caso de robo del vehículo exigiéndonos los derechos de importación, o de aumentar nuestras miserias en caso de accidente irremediable exigiéndonos los gastos de chatarrización del vehículo y luego los derechos de importación de la chatarra resultante?

El asombro es: ¿por qué, considerando esta evidencia, beneficia Europa estereotipadamente de un prejuicio de respeto, y padece Iberoamérica estereotipadamente de un prejuicio de desdén, cuando esta evidencia nuestra, dentro de sus límites, hace abundantemente obvio que ambos mundos tienen sus problemas y el mundo iberoamericano tiene más humanidad?

Aguardamos ver, cara a cara, cómo es Europa en sus varios matices, así como vimos cómo es América, en sus varios matices, cara a cara.  Y aguardamos con >>>>>>>>