enceguecidos - con el peligro que ello significa - por reflejos desde el >>>empanelado de metal dorado utilizado pródigamente para mayor ostentación.
3. El fondo musical era tan amorfo, tan barroso, que fue sólo después de cinco >> minutos, o diez, o quince, que, como revelación, nos dimos cuenta de que >>>era música clásica.
4. Las celdas vacías son las varias tiendas - bueno, no vacías de mercadería >>>sino de clientes. El juego de agua es la única cosa con chispa de vida, >>>cascadeando varios pisos a lo largo de una pared intencionalmente desigual.

Pasando a otro tema, las escaleras mecánicas de este Atrium demuestran que lo observado en sus homólogas del centro comercial de SÔo Paulo - a saber la depravación humana de utilizar una ayuda mecánica no como adición al esfuerzo personal para mayor resultado sino como substituto del esfuerzo personal para mayor inercia y posiblemente apatía - parece ser universal, a juzgar por la misma inercia por parte de los turistas, desde japoneses con su caqueteo o-ko-a-ma-kio-o-to hasta franceses con su trompeteo on-an-un-eu-in-on-en.

Una observación que trae una sonrisa a los labios es la observación, por una parte, del personal ostentativo, conspicuo, de conserjería, y, por otra parte, del personal estudiadamente furtivo, de seguridad - pero muy conspicuo para quien sabe mirar; cada clase de personal en el más típico, incluso estereotípico, aspecto físico que le corresponde, como si fueran arquetipos elegidos para una película:

… el conserje principal, con la distinción, la respetabilidad, de un otáñez panzudo, con el volumen de la panza contrabalanceado por el largo de la cola de su saco, con una seriedad levemente cómica por el contraste entre la seriedad deseada y la comicidad del declive lateral de la copiosa hirsutez de sus cejas; con sus conserjes acólitas, apropiadamente sin panza, sin cejas de lujo, con veinte años menos, y a respetuosa distancia detrás del conserje-rey;

… los ubicuos agentes de seguridad, diplomáticamente disfrazados de paisanos con estrictos sacos y corbatas en un ambiente donde prácticamente nadie lleva sacos y corbatas tan estrictos, haciendo su "inconspicuidad" más conspicua.

Divertido como fondo de una película liviana, donde sólo los demás protagonistas faltan. Así es este Atrium de frívola vaciedad, a no ser que sea vacía frivolidad - salvo dos o tres estatuas dignas de encontrarse en un museo, de ... instrumentos musicales, esculpidos como tocados por manos, y dominados por cabezas, sin cuerpo.

/■\  Carnegie Hall.

Famoso por sus memorables funciones de música clásica.    Famoso por su acústica.