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   c. en caso de catástrofe imprevisible (fuego, accidente, enfermedad grave, >>>>>> etc.), cuando el crédito tendría que ser liberal y barato como servicio >>>>>>>social.

→ En las escuelas, se empezó a mostrar un programa de televisión diario, de veinte minutos creemos, ostensiblemente de temas de actualidad (para encaminar a los escolares como ciudadanos obedientes) pero - ahá - mechados de publicidad comercial que los niños tienen que tragarse, quieran o no. Y pensar que nosotros creemos que publicidad, dirigida a niños tendría que estar prohibida por ley siempre (y, cuando dirigida a adultos, permitida solamente especificando, en igualdad de exposición, lo malo y lo bueno de cada producto o servicio).

En la biblioteca, tropezamos, entre las charlas altisonantes de los parroquianos, con otra llamada contra el analfabetismo vespucciano. Este propio
llamado, lamentablemente, es a su vez una demostración patente de la necesidad de un llamado también contra inclaridad mental.

Este llamado, por apóstoles de alfabetismo pero exponentes de nebulosidad mental, pierde cualquier impacto, comparando, increíblemente, unidades y porcentajes, y comparando, con tales unidades y porcentajes, manzanas y peras, dos pares de incongruencias en una misma comparación.

Dice el llamado que, hoy, un Vespucciano en tres (unidades) no sabe (manzanas) leer correctamente, y que, en el año 2000, el 30/oo (porcentaje) de Vespuccianos sabrá (peras) leer. Y ¿dónde está el impacto? No hay. Porque estos literatos sabrán lo fácil, escribir, pero de poco les sirve porque no saben lo difícil, pensar. Ah, si dijeran: hoy, el 33/oo de Vespuccianos no sabe leer correctamente, y en el año 2000, el 70/oo de Vespuccianos no sabrá leer correctamente.

Estas estadísticas tienen su lógica en relación con las estadísticas de la propia Secretaría de Educación de hace diez años, según las cuales
- 22/oo de Vespuccianos mayores de 17 años eran totalmente analfabetos
- 32/oo de Vespuccianos mayores de 17 años eran sólo marginalmente alfabetizados
y, asombrosamente, todos ellos habían ido a la escuela, y, más asombrosamente aun, todos ellos tenían un diploma en el bolsillo.

De manera que algunas universidades gastaban millones de dólares en enseñanza terapéutica de lectura, escritura y aritmética a interesados en cursos universitarios. La City University de Nueva York, unos 30 millones de dólares por año.

Y ahora, una adivinanza. Si se escribe simultáneamente en dos hojas encimadas - en una hoja, directamente, en la otra hoja, debajo, a través de un papel carbónico - ¿cuál hoja es la copia y cuál es el original? No, no es: la copia es el papel en el cual se escribe directamente y el original es el papel >>>>>>>>