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Ah, sí, en Hillsboro finalmente compramos una nueva batería, con algo de emoción, porque fue para reemplazar la batería comprada en Iquique, que desde tiempo atrás daba indicios de vejez. Tenemos buen fundamento para suponer que, más que los años, fueron los golpes, y las vibraciones, y las trepidaciones, de los malos caminos que la desgastaron.

Parece prosaica la compra de una batería, pero tiene su aspecto ilustrativo. Queríamos comprar una batería de la misma marca y misma capacidad que la otra batería que tenemos. ¿Dónde conseguirla? Muy fácil. En la batería que ya tenemos, figura un número telefónico que se puede llamar gratis desde cualquier punto de Vespuccia para cualquier tipo de información respecto a la batería, incluyendo el punto de venta más cercano al punto donde uno se encuentra. No conocemos otro país con semejante comodidad para el público consumidor. Y ahora tenemos, en realidad, dos baterías con garantía para cinco años.

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Y llueve, esta mañana, como llovió toda la noche.

Por aquí, los terneros parecen tan desgraciados como muchos niños modernos: cada uno, con una mamadera que no se sabe si de leche o de otra cosa - probablemente, de otra cosa - por delante, con una cucha de fibra de vidrio por atrás, dentro de un minúsculo cerco como para perro grande, o sea con toda la comodidad y seguridad físicas imaginables, pero sin madre; las madres, en ninguna parte a la vista; probablemente tratando de compensar, en carne o leche adicional, el costo de la mamadera, de la cucha y del cerco - que hubiese sido inútil comprar si la madre se hubiese quedado en casa con su cría.

Del estado de Texas al estado de Oklahoma. Otra vez Oklahoma. Después de tantos años. Recuerdos de los búfalos genocidados para genocidar a los paraborígenes; de los ladrones de tierras tramoyistas entre sí.

Y ciertos topónimos mantienen viva la memoria de aquellos tiempos, como por ejemplo Broken Bow (Arco Quebrado), por donde estamos pasando en este momento.

Y llueve. Caímos en la cuenta de que, el otro día, cuando entramos en el mal tiempo, no entramos en un sistema pasajero sino en la época de lluvias invernales de estas latitudes.

Desde Broken Bow, justamente, hace ya varias decenas de kilómetros, repentinamente, un bosque de coníferos sin solución de continuidad hasta donde alcanza la vista gracias a las ondulaciones del terreno. Qué notables, estos encadenamientos de cambios de vegetación como, en este caso, desde Chihuahua a este Oklahoma.