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OY hay la ya frecuentemente mencionada genocida contaminación que nos está impregnando cada día un poco más. Todos los días, el boletín de contaminación del aire especifica los peores contaminantes, su densidad por zonas de la ciudad y la hora cuando se rompió la inversión termal, o sea se rompió la peor concentración. Peores contaminantes: ozono, anhídrido sulfuroso, bióxido de nitrógeno, bióxido de azufre, monóxido de carbono, plomo.

La sangre de los lugareños contiene entre tres y cuatro veces más plomo que la sangre de los Tokienses. Hasta los recién nacidos tienen plomo en la sangre, con las consecuentes dificultades emocionales e intelectuales. En los tres últimos años, el nivel de ozono se triplicó y la duración de sus niveles "inacceptables" se heptaplicó.

Uno de los grandes culpables - la terrible nafta mexicana; y lo mismo va para el querosén. Cuando prendemos el calentador, tenemos que abrir las puertas de par en par; con querosén civilizado de Canadá, podíamos prender con puertas cerradas; con este querosén, no podríamos haber sobrevivido en el Artico.

Lo curioso es que la peor concentración no se da en el centro de la ciudad, que es siempre el lugar menos afectado, sino en los demás barrios.

Por razón de la contaminación, es esta sociedad no sólo modernista sino futurista. Hay asueto escolar hasta fines de enero; porque escolares, como si fueran escolares en otro planeta, con atmósfera irrespirable, quedan en cuartos cerrados y reciben educación por radio y por televisión. Unico problema, según amarga queja del consejo de escolaridad: por alguna razón, los niños prefieren mirar películas o escuchar música de alto decibelaje.

Idea brillante: hacer de Ciudad México la capital mundial de adictos fumadores; a ellos qué les importa la contaminación, y el resto de nosotros quedaría libre de ellos.

OY hay campañas para combatir la contaminación. Al respecto, vimos los preparativos para un desfile de carrozas alegóricas condenando la contaminación, y exaltando las virtudes de aire limpio. Hermosas carrozas; indudablemente, México es un artista en estatuas, que éstas sean permanentes en bronce o piedra, o transitorias en pulpa de papel o fibra de vidrio. Pero cuando la primera carroza alegórica condenando la contaminación prendió su motor ... desapareció la carroza en una increíble humareda negra; asombro difícil de expresar.

OHace unos días justamente, se promulgó una ley por la cual todos los vehículos de Ciudad México tendrán que pasar una revisación oficial de la afinación de sus motores para aminorar este factor contaminante, con las sanciones de rigor por incumplimiento. Pero ... la cantidad de estaciones de revisación habilitadas es absoluta- e irracionalmente insuficiente, y el plazo fijado es igualmente irracional.  Ah pero, los mañosos motoristas ya >>>>>>>>>>>>>>>>