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El sitio, en su globalidad, es un ejemplo gráfico del hundimiento del subsuelo a consecuencia de la impregnación por agua de los antiguos islotes de barro de los primeros Aztecas, dejando las ruinas en formas arqueadas, inclinadas - por aquí, hacia un costado, por allá, hacia otro - de aspecto miserable, como todavía en pena por su destino.

> Y para terminar, otros dos abismos de absurdidades, y bien insondables, por obra y desgracia de la cofradía arqueológica.

En este caso, por esfuerzo, o será disparate, mancomunado, de un arquitecto y de un licenciado, bajo la égida de un instituto del ramo, en la elaboración de una guía intitulada "Templo Mayor". Y que nadie se apresure a pensar, creyendo que será prueba de sagacidad, de perspicacia, que se trata de un "templo" literal, ni siquiera de lo que nosotros llamamos Substrato Eclesiástico Mayor: inteligencia perjudica, debilidad mental favorece, la posibilidad de adivinar de qué se trata.

Un abismo se encuentra en la tapa misma del librito, el otro abismo se explaya adentro.

» En cuanto al abismo adentro, estuvimos descubriendo, a lo largo de más de veinte páginas, una acepción de la voz "templo" que sesos normales no podrían concebir; acepción más allá de una pirámide que es un templo, más allá de un templo coronado de dos templos, etc.

  Estuvimos leyendo referencias, en esta guía intitulada a las claras limitativamente "Templo Mayor", a una "pirámide" dedicada a Tezcatlipoca, a un templo de Quetzalcóatl, a canchas de pelota, a bastidores de calaveras, a casas de retiro, a ojos de agua, a boscaje, a una "Casa de las Tinieblas", a un templo dedicado al Sol, todo ello, dentro del "Templo Mayor" del título, o sea dando al "Templo Mayor" el significado de ... todo el extenso, complejo, Recinto Sagrado.  Abismal.

» En cuanto al abismo de la tapa, teníamos el librito colocado horizontalmente, cerrado, con la tapa, pues, a la vista: el título "Templo Mayor de México" y una muy linda, y exótica, por lo menos para ojos europeos, ilustración, de imaginación de pintor, de cómo podía haber sido el recinto sagrado; con, entre otras interesantes estructuras, en la distancia, dominándolo todo, un zigurat con un templo encima. En verdad, muy atractiva composición; y completamente satisfactoria representación, para quien nada sabe, de lo que, para él, indudablemente debe de ser el Templo Mayor del título, encima de su zigurat, en el fondo, dominando lo demás.

  Pero, para quien sabe un poquito, o sea que el zigurat mayor de los Aztecas llevaba no uno sino dos templos, este zigurat monotemplar - como representante y símbolo del título y supuesto tema del librito, aun en su sentido desacertado pero sólito - crea confusión; una confusión que, por más que se >>>>>>>>