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caso de denominación engañosa, pero esta vez, por partes iguales, por ineptitud (de los arqueólogos) y por ignorancia (de los Aztecas), engañosa porque no es ni Calzada, ni siquiera avenida, según descubrimos, ni de los Muertos.

Cuando, muchos siglos después del ocaso de Teotihuacan, los Aztecas llegaron a sus ruinas, creyeron que los montículos de las ruinas eran túmulos funerarios, y así los llamaron "de los muertos"; y cuando, muchísimos siglos después del ocaso de Teotihuacan, y varios siglos después de la masacre de los Aztecas, los arqueólogos europeos llegaron a las mismas ruinas, denominaron ese super-espacio, en contra de la evidencia a la vista de cualquiera que no renunció al uso de sus ojos y sesos, "Calzada". Nosotros, pronto descubrimos que el tercio central de la longitud de dicha "calzada" es, en realidad, una cadena de cinco hondonadas, seguramente cinco plazas hundidas en su función original, pero que, para ilustración visual, se puede describir inmejorablemente como cinco piletas o embalses con sus respectivos diques transversales, cada uno, un poco más bajo que su predecesor como para que el agua fluya de uno a otro, con sólo angostos pasadizos peatonales a sus costados.  Vaya qué "calzada".

Pero lo importante es que este eje - ah, aquí está la noción correcta: Eje Ceremonial, y no Calzada o Calle de los Muertos - lo importante es que este Eje Ceremonial une mucho de lo fundamental en Teotihuacan.

Fue, progresando a lo largo de los dos kilómetros de este eje, que observamos todo lo siguiente.

El recién comentado Complejo de Quetzalcóatl.

Una multiplicidad de ruinas menores a diestra y siniestra.

Unos edificios llamados, otra vez con característica ineptitud, subterráneos
cuando, en realidad, son restos de edificios no subterráneos sino rellenados y encamisados debajo de edificios posteriores, como ya vimos en otros sitios. Lamentablemente, no ilustran tan bien como en aquellos otros sitios el concepto de superposición o yuxtaposición.

El Grupo Vikingo. Ah, ¡cuánto misterio, cuánta incrédula curiosidad fue para nosotros, siempre desde que conocimos su existencia, este Grupo Vikingo! ¿Qué relación podía haber entre los Vikingos y Teotihuacan?  Pues, ahora sabemos.

Ninguna. Otra ineptitud. Resulta que así se llama este grupo de ruinas sólo porque su excavación fue financiada por una fundación de nombre Viking ... Ahora bien ¿por qué - especialmente cuando no es costumbre en absoluto denominar ruinas por el nombre de los financiadores de su excavación - se denominó este grupo de ruinas por el nombre del financiador de su excavación, con la obvia, inevitable, consecuencia de crear confusión? - ¿para la mórbida satisfacción de crear confusión?  Aun si fuese costumbre nombrar ruinas por >>>>>>>>