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El asalto, en 1521, significó más que la ocupación del sitio; significó su vandálica destrucción por los Españoles - a fuego, lo que se podía quemar, a golpes, lo incombustible, como ser las estatuas tan lastimosamente mutiladas. Y ahí no terminaron las desventuras de Malinalco; después de la destrucción, el desmembramiento: de 1538 en adelante, los Agustinos no encontraron mejor y más fácil fuente de materiales de construcción para su monasterio que este Malinalco.

El interés visual de Malinalco, lamentablemente, no es de estirada duración; en media hora, se ve lo que hay, en media hora más, uno se convence de que otra cosa no hay; nada para "descubrir", nada para seguir disfrutando.

Y para terminar con Malinalco, increíblemente, otra vez los expertos.

Opinión I: Malinalco tiene influencias de la cultura local matlatzinca, >>>>>>>>    con posteriores agregados aztecas.
Opinión II todo, azteca.

¿Y nosotros, entre los dos?

Mañana, la teoría - y el ideal - tendrían que ser: hacia nuestra nueva meta, una gran meta, una meta cuadruple, cuatro metas concatenadas cronológicamente en una unidad: Teotihuacan, Tula, Tenochtitlán y Ciudad México. Pero nuestro dilema, ahora, es si querremos ir a Ciudad México; lamentablemente, si no vamos a México, tampoco ampliaríamos nuestro contacto con Tenochtitlán ya que Ciudad México y Tenochtitlán están superpuestos; nuestro dilema es si querremos enfrentar la tan mentada contaminación y las otras miserias - de las cuales tuvimos un antegusto en oportunidad de seguirle los pasos a Cortés - de Ciudad México, o si queremos compactar lo que nos queda por hacer en los Estados Unidos Mexicanos dentro de los días disponibles sin prórroga y disparar del país.

Bien. Decidido. Mañana, a las 4, arriba; y hacia Teotihuacan, pero no por el curso original previsto evitando Ciudad México, sino, al contrario, cortando precisamente por la propia ciudad, con la esperanza, de un sueño imposible, de matar varios pájaros de un mismo tiro: si logramos conseguir la prórroga para las personas y la prórroga para el vehículo, y salir de Ciudad México hacia Teotihuacan en el día, continuaremos nuestra visita del país con el detenimiento habitual - y, de paso, juzgaremos personalmente si la contaminación es tan mala como se dice, o si, como ya nos ocurrió en otros casos, las cosas se pintan peores de lo que son; y si no logramos nuestro propósito, seguiremos de todos modos a Teotihuacan, y luego - decidiremos según cómo hayamos visto la contaminación en México.

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Hoy, día de éxitos: hemos logrado conseguir la prórroga personal en veinte minutos y la prórroga vehicular en dos horas; y constatamos que la contaminación capitalina, si bien criminal, no es más criminal que aquella que >>>>>>>>