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\OX/  Esta mañana, solucionamos nuestra duda arqueológica.
 FIN
Sin esperar el lunes - por teléfono. Según el arqueólogo, entre las sobriedades de Monte Albán y de Edzna no hay relación; simple coincidencia. Adelante pues, nosotros.

Nos esperan unos 400 kilómetros en dirección hacia, pero sin llegar a, Ciudad México, hasta nuestra próxima meta ... otra arqueología - es todo lo que hay, y que habrá para largo rato todavía. Ojalá podamos ver algo moderno destacable; para variedad, y para la satisfacción de ver mérito en las generaciones presentes; pero parece que el único mérito es lograr sobrevivir - y quizás sea ésta la más filosófica manera de vivir en paz.

No más de 30 kilómetros; y parados ya por una visita.

Pueblito de Huitzo - su cementerio. Tiene todos los ingredientes de un campo arqueológico: monolitos; paralelepipédicos, no mucho más largos que una altura humana, pero muy macizos, pesados; algunos, ya quebrados por el paso del tiempo, pero, en su mayoría, todavía enteros; con figuras varias talladas, y glifos grabados o incisos, sorprendentemente indiscernibles bajo la vetustez; cada monolito, con su relieve y su inscripción individuales propios, pero también con ciertos elementos repetidos, a veces con variantes, en varios monolitos, denotando una cultura común. Sólo habría que quitar el "1" a la izquierda de todas las fechas para que este sitio tenga todos los atributos de venerable arqueología.

En realidad, no son esos monolitos otra cosa que los bloques (no se los puede llamar lápidas) tumbales de, no sabemos por qué, aproximadamente la mitad de las sepulturas. Empero, aun con el "1" a la izquierda, dentro de mil años, o mejor tres mil, cuando las endebles composiciones fúnebres modernas de la otra mitad de las tumbas se hayan desintegrado, qué material arqueológico de primera harán estos monolitos. Su único problema, en relación a su perdurabilidad, es que se encuentran en la pura joroba de una loma y que ya están siendo excavados por la erosión, a veces colgando de piedras subyacentes, en vez de irse hundiendo bajo tierra para su protección para los siglos de los siglos.

Viajando.

Viajando por tierras que eran las propias de los Mixtecas, ubicadas entre las tierras zapotecas, más al sureste, que acabamos de dejar y las tierras de los Aztecas, más al noroeste, hacia donde vamos; por tierras de donde los Mixtecas eventualmente, en el siglo XIV, se deslizaron hacia el sureste, de donde estamos viniendo, por zonas anteriormente zapotecas, según estuvimos viendo.