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Por primera vez en mucho tiempo, nuestra próxima meta se encuentra bastante lejos: los alrededores de la ciudad de Oaxaca. En lo que queda de hoy, será tragar kilómetros.

Por tierras bajas y calurosas y húmedas - otra vez con el increíble ganado suizo; pero, a nuestra derecha, hay sierras; ojalá nos acerquemos otra vez al Sol para escapar a este calor.

Calzada angosta; más angosta que en Guatemala y El Salvador; y frecuentemente muy deteriorada - a la imagen de las calles de Tapachula. Por lo visto, será tragar no solamente kilómetros sino también baches hasta el anochecer o la próxima lluvia, lo que ocurra primero.

Leves curvas, leves ondulaciones. El ojo, permanentemente en el asfalto. Un instante de descuido puede ser fatal.

Paisajes a elección: a la izquierda, más bien chato, a la derecha, serrano.

Otra vez, apiarios. ¿Por qué será que sólo en México se ve tanta densidad de apiarios a lo largo de las carreteras?

Las estaciones de gasolina del monopolio estatal mexicano - no sólo aquí, sino en todo México - son lastimosas, tanto en sus colores, que parecen sucias de fábrica, como en su estado de no-conservación. Anteriormente, ya nos parecían lastimosas, comparadas con la pulcritud y lo atractivo de las estaciones vespuccianas. Pero ahora nos parecen lastimosas, comparadas con las estaciones guatemaltecas - porque éstas se rigen por las normas vespuccianas. Y de la nafta mexicana común, mejor ni hablar, la que se llama NOVA. Hay, en teoría, una nafta SUPER, pero, por cada varios centenares de surtidores de la común, hay tal vez un surtidor de la super - y no identificado, a pesar de su escasez.

Ocurrió la lluvia, primero; y, por muy feliz coincidencia, en un buen lugar para pernoctar: un caserío y con un piso firme a pesar de las lluvias.

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Hoy, viajando por vegetación en evolución; imperceptible, paso a paso, pero innegable por el resultado cumulativo obvio; pasando del tipo húmedo (con bosques, pastizales, campos) al tipo semi-árido (arbustos raquíticos y cactos).

Pueblo de Tonalá. En la plaza central, se yergue un esbelto monolito grabado por sus cuatro costados; estilo totalmente diferente del estilo florido que fue nuestra dieta en estos últimos meses; estilo angular sobrio. Fue traída la "piedra parada", según se la llama, de uno de los varios sitios arqueológicos >>>>>>>>