siendo el citado país germánico, correspondería pronunciar la "w" a la germana, o sea "v", y no a la inglesa, o sea "ue", por lo que el país se volvería Norvega, que no es el sonido que se quiere significar - otra gringada por parte de aquellos que no saben que la "w" tiene diferentes pronunciaciones según sea en alemán o en inglés.

El Señor Director tuvo la valentía de no ofrecer explicación.

Ah, sí, en cuanto al quetzal - que era nuestra primera y principal razón para visitar el museo - es un pájaro de cuerpo casi pequeño, con cola desmesuradamente larga; sin duda entre los pájaros vistosos, pero no más que otros; y la hembra, ni eso.

C♦G Anotaciones varias.

♦ Ambitura. Desde que llegamos, bastante fresca, con mínimas estables de sólo 19-20 grados centígrados. Tan fría que la gente lleva transpiradores o sudarios (¿por qué tendría que ser sweater, aunque suéter se escriba, si quiere decir lo mismo?) y lleva jaladores (¿por qué tendría que ser pull-over, aunque pulóver se escriba, si quiere decir lo mismo?); salvo que digamos, más simplemente, que lleva chompas.

♦ Lluvia. Todos los días, y copiosamente. Ahora, con diferentes personalidades: no más tormentas de mal genio, sino lluvias parejas interminables. Sin duda, la época de lluvias y nubosidad. Felizmente, da la casualidad que nuestras visitas son sólo bajo techo salvo Caminaljuyú, y los trabajos varios, en el vehículo.

♦ En el aeropuerto, tenemos la comodidad y la tranquilidad anticipadas. Incluso, la vista está amenizada, tanto por el verdeo de céspedes y árboles como, en la lejanía, por serranías rematadas por los volcanes Agua y Fuego. 

  Incidentalmente, el volcán Fuego exuda leves humaredas, pero lo muy interesante del Agua y del Fuego es su contraste; entre un volcán en su forma completa de cono y un volcán reducido a la mitad de su altura, por haberse atomizado su mitad superior en un arranque de furor, y haber quedado sólo su mitad inferior, ahora coronada por indentaciones titánicas.

  En el aeropuerto, comprar un diario es una aventura. Nada a la vista. ¿Tal vez en la librería? No; en la farmacia. ¿La farmacia? Sí. Efectivamente; pero sólo uno de los dos principales, y precisamente no el que buscábamos. ¿Entonces? Por ahí, un vendedor ambulante perdido en alguna parte de los dos pisos del edificio - si es que vino.

  En el aeropuerto, hay bastante comodidades a más de la librería y de la farmacia: teléfonos internacionales, correo, cambio de moneda, restaurante, >>>>>>>>