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║ Una mandíbula inferior humana con los dientes decorados con pastillitas de jade y obsidiana, al estilo de la decoración cosmética de dientes con oro que vimos en el Perú, con la diferencia de que el oro está colocado a manera de remaches por orificios perforados en los dientes, mientras que estas pastillitas de jade y obsidiana sólo están pegadas en pequeños ahuecamientos en la faz de los dientes - nos preguntamos cómo se podía esperar que dichas pastillas quedaran pegadas en su sitio; sin embargo, en esta mandíbula, a pesar de los siglos, falta sólo una pastilla de las seis originales. ¿Será esta analogía de cosmética dental entre los Andinos y los Mayas sólo accidental?

Por otra parte, no hace falta visitar museos para ver cosmética odontológica; cosmética odontológica no es sólo de siglos pasados. Anda por muchas calles en este mismo día. En cuántos lugares de esta Expedición hemos visto sonrisas, o simplemente palabras, cargadas de oro - un diente, o dos, por boca, habitualmente dos, obligadamente de frente; dientes perfectamente sanos, arruinados para enmarcarlos como si fueran medallones de esmalte en un ostentativo ribete de oro, u otro antojo áureo.

Al principio, sentimos lástima por un caso dental que no había permitido una solución menos desgraciada; luego, al aumentar los casos, creímos que así era la tecnología dental del lugar; finalmente, nos dimos cuenta de que era pura cosmética volitiva ... aparentemente volitiva, por imposición de usanzas colectivas.

Otra pieza extraída de ruinas mayas es una vasija que los propios arqueólogos dicen ser ... peruana; efectivamente, algo de parecido tiene, si bien en muy rudimentario - además, en varios lugares de América septentrional vimos cerámicas reminiscentes de peruanas, si bien, ahora, no sabríamos decir dónde, porque, en el momento, no le habíamos dado más importancia que a una coincidencia.

║ Una lámina, una película, de oro batido, para enchapado. No tiene interés artístico sino cultural: fue hecha por los Mayas sólo después de haber sido convencidos por los Españoles de la venerabilidad del metal.

También hay toda una colección de instrumentos musicales de viento, de terracota; y no sólo los consabidos silbatos y las ocarinas en forma de pajarito, sino, entre otras cosas, algo que se parece a una mini-trompeta; y algo con un recodo en su paso de aire, en el cual se supone que se colocaba agua para variar el sonido del instrumento.

De Belmopán, podríamos ir a Lubaantún, sitio de uno de los más famosos descubrimientos en Belice; pero el objeto de fama, ya lo vimos, hace años, en ... Canadá, a principios de esta Expedición, la misteriosa e inexplicable calavera de cristal de roca.

Hacia la frontera.