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Además, la identificación de cada día tenía una función onomástica. Cada Olmeca recibía - no sabríamos decir si como apellido o como apodo o en alguna otra calidad - pero, de todos modos como parte de su identificación personal, el nombre del día de su nacimiento. Nos hace pensar en el caso similar, de Motecuhzoma II creyendo que Hernán Cortés era Quetzalcóatl, entre otras razones, por haber llegado Cortés justamente en el año azteca ce-acatl, que se consideraba el "nombre fechario" de Quetzalcóatl.

Finalmente, en cuanto a fechas, no olvidar la ya mencionada fecha escrita en Cuenta Larga - que todavía no sabemos qué es - parte integral de la fama de los Mayas, pero encontrada en ... Tres Zapotes, y que ahora se considera que sería fecha olmeca; fecha traducida en cifras arábigas específicamente divididas en cinco datos así, 7 16 6 16 18 - que esperamos entender algún día.

▪▪▪ Cifras.

Mientras los Romanos utilizaban en la escritura de sus cifras básicas solamente barras, los Olmecas utilizaban barras y puntos. Para escribir 1, los Romanos utilizaban una barra I, los Olmecas, un punto • . Para escribir 3, los Romanos utilizaban tres barras I I I, los Olmecas, tres puntos ••• . Para escribir 5, los Romanos utilizaban dos barras V, los Olmecas, una sola ———— . Para escribir 6, los Romanos utilizaban tres barras VI, los Olmecas, una barra y un punto •     . Para 10, ambos, Romanos y Olmecas, utilizaban dos barras, respectivamente X  y  ————— .

Un dato que bien valdría una investigación por parte de aquellos que buscan vínculos entre los Olmecas y América del Sur es que, en Ecuador también, se dan casos de representación de cantidades en base a punto • para unidad, y barra ———— para cinco.

La zona de influencia de los Olmecas tenía una configuración bastante curiosa. Se extendía desde su territorio metropolitano en el Golfo, tanto hacia el noroeste hasta la región de los posteriores, en sucesión, Teotihuacan, Tenochtitlán y Ciudad México, como hacia el sureste hasta el golfo de Fonseca, entre El Salvador, Honduras y Nicaragua, y quizás hasta Costa Rica.

Lo curioso es que la influencia olmeca sobre esta vasta área no tiene configuración coherente, homogénea, monolítica, sino configuración de pulpo: con el territorio metropolitano en el Golfo - de superficie discreta, nada que ver con las grandes extensiones de los Mayas o, más tarde, de los Aztecas - a manera de cuerpo del pulpo, y, si los entendidos interpretan correctamente los sitios de características olmecas desparramados por Mesoamérica, con solamente tentáculos de comunicación, como, quizás, de puesto de avanzada en puesto de avanzada; en esencia, un tentáculo mayor, hacia la región de las dichas tres futuras ciudades, con varios sub-tentáculos para cubrir más ampliamente la zona, aun hacia el futuro Acapulco, y otro tentáculo mayor, hacia la región del dicho golfo de los tres futuros países, con una extensión hacia Costa Rica y con un sub-tentáculo hacia el mar Caribe.