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Son negroides - que fue uno de los elementos de sorpresa, entre los muchos elementos de sorpresa, cuando se descubrió la primera de esas cabezas; todas responden a un mismo tipo negroide, con las dos aletas de la nariz indudablemente achatadas hacia los costados, y los labios indudablemente muy gruesos y marcados.

Sin embargo, tenemos que manifestar que, a pesar de haber sido precondicionados, por las afirmaciones escuchadas, incluso por las fotografías vistas, a que íbamos a ver cabezas negroides, el primer impacto, frente a frente con estas cabezas, fue de cuestionamiento de su negroicidad. Sí, la nariz es estereotipadamente negroide, pero ... Sí, los labios son estereotipadamente negroides, pero ... Lo que, en fotografías, nos había parecido convincentemente negroide, al enfrentarnos con la piedra viva, nos pareció, sin que podamos decir por qué, menos convincentemente negroide.

De estas cabezas colosales de basalto, hay 16 conocidas; y 6 de ellas están en el museo de Xalapa.

Evidentemente, una pregunta clave es ¿y la fecha? Lamentablemente, es una pregunta que hubiese sido mejor no tener que introducir porque pone en movimiento un mundo mucho mayor que ella misma, el mundo duplo, de la natural incertidumbre en la tentativa de reconstrucción de acontecimientos arqueológicos; y de la eurocéntrica renuencia a reconocer cualquier antigüedad aun a la mera presencia humana en América, y menos aún a cualquier chispa de civilización autóctona en América.

Así, en lo que se refiere a la civilización olmeca,

la primera antigüedad que, magnánimamente, el eurocentrismo le reconoció - según lo tenemos ilustrado negro sobre blanco en un sabio diagrama en manos nuestras - fue de c.C., alrededor del tiempo de Cristo;
luego, el eurocentrismo le fue reconociendo progresivamente, renuentemente, antigüedades mayores, hasta llegar a 1000 a.C.; y hasta llegar a 1300 a.C.; y a 1800 a.C.;
y ahora, hay quien habla de 3000 a.C.; habla y escribe - lo tenemos impreso negro sobre blanco.

Así que, cuando el museo de Xalapa asigna a estas cabezas colosales negroides olmecas fechas entre 900 a.C. y 100 a.C, hay que tomar estas fechas como quizás correctas pero quizás como muy aproximadas figuranzas pecando por insuficientemente antiguas, y nada más.

Lo colosal olmeca también se expresaba en lo zoomorfo, como lo atestigua una tortuga de tamaño fuera de cualquier normalidad; también en ese museo.

Lo olmeca artístico también se expresaba en una variedad de otros temas y otros tamaños; con ciertas ideas fijas, como, por ejemplo, una figura antropomorfa sentada en, y asomándose fuera de, la boca de una gruta.