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♦♦ Velas por moldeo multitudinario (aquellas de cilindro liso, en infinidad de >> diámetros y alturas).

Se las produce en baterías de moldes cilíndricos metálicos; de seis a sesenta cilindros por batería, según tamaño de las velas; baterías colocadas a manera de bañomaría en un tanque con circulación de agua de ambitura graduable.

Se calienta el aparato, circulando agua muy caliente;
se vierte parafina derretida; no se la deja enfriar ambientalmente;
  se la enfría metódicamente, de manera que su enfriamiento progrese de abajo hacia arriba; para ello, al mismo tiempo que se va disminuyendo la ambitura circulando en el bañomaría, se mantiene prendida, por lo menos durante un tiempo del enfriamiento, una fuente de calor, como ser lámparas eléctricas de calor, encima de la parte superior de los cilindros.

Ahora, varias preguntas.

¿Cómo se logra que las velas no goteen? Muy simple: bien se les da una mecha más gruesa, con mayor capacidad de consumo que la parafina que se va derritiendo; o se utiliza una parafina de fusión más alta, por lo tanto más lenta; o se combina los dos medios susodichos.

Pero ¿no es una picardía renunciar al romántico goteo de las velas? No hay necesidad de renunciar; hay velas, en este mundo moderno, que no gotean pero decoradas de gotas de parafina en la parafina que no se derrite.

¿Cómo se logra que velas no humeen? Muy simple: con parafina de mayor pureza; por ejemplo, velas con perfume serán menos limpias en su quemar que sin perfume.

¿Cómo se logra que velas floten? Muy simple: si metal puede flotar, así parafina puede flotar, dándole la forma que desplace más peso de agua que el peso de la parafina.  ¡Eureka!

Finalmente, ¿qué origen tiene una fábrica que lo tiene todo calculado, incluso que tal vela se derrite a 77 grados centígrados, tal otra a 60 grados, que tal vela se consume 2,5 centímetros por hora, y tal otra, a 2,5 milímetros por hora?

El origen de esta fábrica es el entretenimiento, el pasatiempo, de un profesor de química que, en su tiempo libre, no encontró otra cosa que hacer que divertirse con fórmulas de parafinas, colores, y fragancias; manía que resultó en esta fábrica que, ahora, utiliza unas 54 toneladas de parafina por año, y tiene el mayor surtido de velas de la Tierra.

Y finalmente-finalmente, una pregunta insatisfactible, por lo tanto más atractiva, para no decir atormentadora. ¿Cómo se fabrica un tipo de vela que, aquí, no fabrican pero del cual aquí tienen un ejemplar, y que se nos mostró >>>>>>>>