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Aquí, en el día aniversario, se re-actúa la batalla; pero, como esta batalla no puede terminar, históricamente, sino por la derrota de los Confederados (2.700 Confederados contra 22.000 Yankis, y sus 10.000 de reserva), por lo menos, antes de la re-actuación mayor, se monta una escaramuza previa, sólo para dar a los actores Confederados sureños la satisfacción de ganarse ésta, echando a los Norteños al río que bordea el campo de batalla.

Además, la portada del folleto que invita a presenciar la re-actuación de la batalla (y principalmente de la escaramuza victoriosa, se supone) se refiere a la Guerra de Secesión no por su nombre oficial de "Guerra Civil" - "civil" porque la mitología oficial impuesta por el Norte no quiere reconocer que algunos estados secedieron - sino, explícitamente, por el nombre de "Guerra de la Independencia Sureña".

Respecto a la denominación guerra "de Secesión" y guerra "Civil", parece ser un flagrante caso de torcedura tendenciosa e intencionada de la realidad, por la simple razón de que, en una guerra civil, los dos bandos de una misma nación quieren mutuamente destruir al contrincante e imponer a toda la nación su propio tipo de filosofía, mientras que, en este caso, como ya mencionado, la Confederación del Sur no quería destruir a su contrincante e imponerle su filosofía, sólo quería ser sí misma, ser independiente; por cuanto, la denominación más explícita de la realidad no es guerra "Civil", por lo recién expuesto, ni "de Secesión", porque no indica quien secede, sino, como reza el título del folleto, "de Independencia Sureña".

Es realmente increíble cuántos campos de batalla y cuántos cementerios de dicha guerra vimos ya en nuestro viaje por la Confederación. Este campo de batalla con cementerio es del Fort Blakeley.

Tuvimos tiempo para recorrer las ondas radiofónicas. El panorama de siempre: mucho embrutecimiento y explotación, poco esclarecimiento.

De yapa, nos tocó escuchar una afirmación, contenida en pocas palabras pero equivalente a un viaje a las horrorosas tinieblas de otro mundo, una afirmación por un pastor protestante - no por uno de esos predicadores poseídos del Túnel Bíblico sino por uno de Alta California - una afirmación que nos gustaría haber grabado, tanto para cuando, con el correr del tiempo, no creeremos más nuestra memoria, como para la gente que nunca nos creerá; esta afirmación: "Un Católico que muere antes de volverse un 'Cristiano Renacido' va al infierno" (entiéndase: antes de volverse Protestante va al infierno).

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