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Las 5 de la madrugada, y llueve a cántaros. Unica esperanza: frecuentemente, el tiempo cambia al amanecer.  Esperemos que así sea.

Abrió el taller; llueve; cielo de plomo; tendrán que improvisar un toldo.

No, no tendrán; por misericordia, dejó de llover, el cambio que ya nadie esperaba.

Listo, pero no sin un grandísimo susto final: al prender el motor después de la cirugía, empezó un fuerte clac clac; una válvula, fue la inmediata reacción, si bien no había explicación de cómo una válvula podría echarse a perder con el motor parado justamente después de haberlo auscultado antes de pararlo y haberlo encontrado en buenas condiciones, pero otra cosa que una válvula no podía ser, con la tremenda perspectiva de tener que desarmar el motor - otra cosa que una válvula no podía ser, hasta que a uno de los mecánicos le pareció que el ruido venía más bien del distribuidor. Probó el distribuidor con la mano, desapareció el clac clac clac. El alivio no se puede expresar. Parece que, al trabajar con lo demás, habían movido el distribuidor fuera de su lugar.

De vuelta en el bosque, con todo, aparentemente, en óptimas condiciones. Quizás el trabajo no haya sido absolutamente necesario; especialmente el disco de embrague asombró a todo el mundo en el taller por su buen estado, si bien marginal ya, después de tantos kilómetros. Lo guardamos de recuerdo. Pero no podíamos tomar el riesgo.

Nos alegramos sinceramente de que, con este arreglo mayor, nuestro vehículo esté en muy buen estado de mantenimiento y funcionamiento. Se lo merece; es asombroso todo lo que aguantó hasta ahora.

Es mucho hablar de mecánica, pero mecánica es realmente parte integral de nuestra vida diaria y base funcional de todo lo demás. Queremos que - dentro de algunos años, cuando nuestra memoria tenderá a recordar sólo lo mejor entre lo bueno - nuestras Crónicas nos hagan acordar también de todo lo demás, que es parte inevitable e inseparable de semejante Expedición.

Mañana será un nuevo "último día", parcialmente de descanso, en Huntsville.

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Llovió fuertemente toda la noche; está lloviendo fuertemente esta mañana. El pronóstico promete lo mismo para mañana. Es obvio que hoy no será nuestro último día en Huntsville. Increíble; y si no salimos mañana, tendremos que >>>>>>>>