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Esta primera ola terminó, no por extinción de la ideología sino, al contrario, por el éxito de que, durante las décadas siguientes, la ideología llegó a ser implantada, por las autoridades del sur y, hasta, en cierta medida, por las autoridades del país en general.

2 Segunda ola.  Empezó alrededor de 1925.

Esta vez, se propagó poderosamente no sólo por la ex-confederación sureña como apego romántico a sus creencias sino también por el territorio del antiguo enemigo norteño, tan lejos hacia el norte como el estado de Maine, y tan lejos hacia el oeste como el estado de Oregon; incluso, pasó a Canadá.

Su composición quedó, naturalmente, estrictamente de protestantes blancos; pero se estrechó desde todas las capas sociales a sólo la baja clase media de pueblos y pequeñas ciudades.

El enrolamiento, en cambio, se infló a cifras fenomenales, difíciles de calcular, por el sigilo del Klan, pero que se estima a algo entre dos y diez millones de miembros.

Asimismo, se expandió el abanico de enemigos a subyugar, incluyendo - a más de los Negros, siempre los principales mal-ajustados, el último eslabón en la cadena entre los monos y la humanidad verdadera, según lo demostraba sin duda, desde el punto de vista del KKK y de todo el mundo, la idea de Darwin, entonces en pleno furor - también los Católicos (anteriormente, bienvenidos), Judíos, sindicados obreros, y todo el mundo salvo ellos mismos.

En Canadá, el KKK era virulentamente anti-Québec por su esencia francesa.

En los medios de expresión utilizados, se manifestó una expansión. Al tradicional terror de azotamientos, apaleamientos, linchamientos, asesinatos, destrucciones - especialmente de Negros - se agregó recursos no-violentos y no-sigilosos, como ser desfiles, proselitismo abierto, candidatos para elecciones, y el ritual recién inventado de la quema de cruces - no de cruces ajenas sino de cruces eregidas ex-profeso.

Aclara el KKK que no es correcto llamar el ritual "quema de cruz" porque ello implica un acto de destrucción de la cruz, cuando, muy al contrario, es un "encendido de cruz", como resplandor de luz en forma de cruz contra las tinieblas de los enemigos.

3 Tercera ola.  Empezó alrededor de 1945.

Esta vez, con su mayor incidencia circunscrita, como la primera vez, a la ex-confederación sureña, si bien con células en todas partes, inclusive en Canadá.