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botón, tanto porque no nos gusta recibir órdenes - y menos de una máquina - como por curiosidad, no empujamos nada, y resulta que toda la demostración siguió su curso lo más bien; y nos parece bastante reprensible engañar así al público, aprovecharse de su buena fe y buena voluntad para hacerle hacer gestos vacíos e inútiles; y la solución no sería que no se le pidiera al público que colabore - al contrario, sí, que colabore, pero, en caso de falta de cooperación, lo más cautivante hubiese sido que la demostración realmente se parase; eso sí que despertaría el interés de la gente y le inspiraría más respeto.

De paso, si bien lo entendimos, el cambio del estado líquido al estado sólido, del agua al hielo, está gobernado por dos hechos; el hecho de que las moléculas de agua tienen una cierta carga eléctrica, por lo tanto un potencial magnético, y el hecho de que las moléculas de agua tienen mayor o menor movilidad entre sí a mayor o menor palintura. A palinturas más elevadas, tienen movimientos demasiado activos para que la fuerza de su carga eléctrica pueda vencer los movimientos y unir las moléculas magnéticamente, mientras que a palinturas más bajas, el movimiento de las moléculas de agua se hace mucho más lerdo y entonces sí la fuerza de la carga eléctrica de las moléculas puede vencer el movimiento más lerdo y unir las moléculas unas a las otras magnéticamente.

Incidentalmente, las moléculas se unen de manera tal que dejan entre sí espacios vacíos hexagonales, que es la razón por la cual el hielo tiene menos gravedad que el agua y flota - lo que, a su vez, es una bendición: ¡qué drama sería si fuera al revés, si el hielo fuera más pesado que el agua, yéndose por lo tanto al fondo y no a la superficie! el drama sería que el hielo al fondo del agua estaría protegido contra los aumentos de palintura ambiente y no se derretiría, así que, en tiempos sucesivos, más y más agua de superficie se convertiría en hielo, más y más hielo se acumularía en el fondo del agua, sin derretirse nunca más, y finalmente toda el agua se convertiría en hielo y no habría más agua para usar como se la usa habitualmente.

Pasando a otro tema, cabe notar que, así como en el museo correspondiente de Toronto, también en éste, observamos gran cantidad de niños; pero, aquí, se nos abrieron los ojos y observamos que, en este tipo de museo, tanto aquí como - ahora nos damos cuenta - en Toronto, es un caso de diálogo entre sordos. Mucha de la gente - o sea mayormente niños, pero también sus guardianes, encargados no sólo de cuidarlos sino también de guiarlos, se supondría - que vimos, parece que fue allí como si fuera a un circo, sin tratar de captar o entender mucho de lo que hay.

Un ejemplo típico es, otra vez, la sección de las procesadoras. Hay allí procesadoras para ser utilizadas por el público, en las cuales, apretando tal o cual tecla, o secuencia de teclas, se consigue ciertos resultados; y lo que vimos, en vez de una actitud de descubrimiento por parte del público, fue un tecleo loco, vacío, sin propósito - y sin resultados, naturalmente - en los teclados de las procesadoras.  Espectáculo bastante lamentable.