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está financiado por el gobierno, o sea por toda la nación por medio de los impuestos pagados al gobierno; está manejado, en nombre del gobierno, por una constelación de universidades; se dedica a aquellas investigaciones demasiado pioneras y económicamente riesgosas para ser emprendidas por iniciativas científicas o comerciales particulares; y ... sus descubrimientos, los pone libremente a disposición de quien quiera y pueda aprovecharlos. Bastante notable; y, a la larga, seguramente provechoso para el país.

Pensándolo mejor, tenemos que agregar: por lo menos así lo dicen. Porque no nos podemos imaginar que una revelación de valor estratégico, el gobierno no la pondría bajo siete candados, como muy bien sabe hacerlo con muchos super-secretos.

Durante nuestra visita, pasamos por muchos lugares donde vimos carteles con la advertencia de presencia de radiaciones nucleares, pero no los tomamos en serio y en consideración ... hasta que, antes de salir del recinto, nuestro guía se sometió, y nos hizo someter, a un detector de contaminación radioactiva, en el cual uno se para en una plataforma e introduce las manos en dos aperturas, y la máquina, después de un rato de suspenso, prende una luz, ya sea verde, para indicar que no hay contaminación, o roja, para sonar la alarma.

Sobre este tema, se puede agregar que las personas que trabajan regularmente en este ambiente tienen que llevar siempre consigo un dosímetro, que es un pequeño tubito del tamaño de la mitad de una pluma fuente, donde se va acumulando la cantidad de radiaciones a la cual el portador va siendo expuesto; y si la acumulación sobrepasa un nivel determinado, no puede volver a entrar sino después de un tiempo calculado para que el promedio de radiaciones que recibe pueda bajar otra vez.

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Hoy, hicimos diligencias, y visitamos el Museo de Ciencia e Industria.

Durante las diligencias, pudimos observar otras partes de esta ciudad, y no encontramos razón para cambiar nuestra primera impresión.

Es cierto que hay un rascanubes, el Sears Tower, con sus 109 pisos, sus 436 metros de altura - y algunos dicen 440,5 metros, lo que es 31 metros de altura más que el también famoso World Trade Center de Nueva York; con su vertibús expreso, el más rápido para pasajeros de la Tierra, viajando a casi 33 kilómetros verticales por hora. Pero, a pesar de las estadísticas, este edificio nos pareció perfectamente inatractivo.