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Mala idea fue. Un ambiente enajenante, tanto por la complicación de las instalaciones como por el infernal ruido de los aviones, por el cual uno no logra escucharse a sí mismo hablar. Pero demasiado tarde para otra cosa. Aquí sufriremos. No se sabe por qué esto tendría que considerarse más civilizado que el Altiplano o la Amazonia.

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Esta mañana, por radio, otra noticia a agregar al mosaico blanco-negro de Vespuccia.

Resulta que es una estadística incontrovertible que, en Vespuccia, asesinos Negros reciben la pena de muerte mucho más frecuentemente que asesinos Blancos. Alguien entabló juicio contra esta disparidad de tratamiento por su anticonstitucionalidad. El tribunal que entendió en la causa decidió que es perfectamente constitucional. Por lo tanto, se dice, los Negros seguirán siendo castigados mucho más duramente que los Blancos.

Hacia nuestra próxima meta, el puerto de Tarpon Springs, un puerto famoso como centro colector de esponjas. Nos tememos que será otra cueva turística explotando, hoy, la legenda de una realidad de antaño, como en el caso de las conchas de Sanibel; veremos, aunque sea para confirmar.

Confirmado. Así como anticipábamos, así es. Esponjas hay suficientemente - de muchos tamaños y estructuras - para atraer a los turistas y vendérselas; exactamente como con las conchas en Santa Isabel, pero así como con las conchas en Sanibel, las tiendas podrían estar en cualquier otra ciudad, aunque no productora, porque, si bien el mar está a la vista, no hay acceso directo posible, por cualquier mortal con medios comunes, a las esponjas; no hay relación directa palpable entre la cosecha y la venta.

De hecho, hablando con unos lugareños, sentimos "entre líneas" que esconden algo. Intentamos encontrar a alguien con quien ir, en su barco, a presenciar una cosecha de esponjas; nos encontramos con una explosión imposible de ocultar de negativa defensiva: que no, imposible, ni la propia gente de la comunidad sabe a dónde van los esponjistas; ni se sabe cuándo van y cuándo vuelven. Y, de a poco, aprendimos que ya pasaron 50 años, 70 años, de cuando florecía la época de oro de la recolección de esponjas en Tarpon Springs; que, hoy, de todos modos, está prohibido cosechar esponjas en aguas costeras de Florida, ello, para regenerar las colonias; que las esponjas no vienen de la zona de Tarpon Springs sino de cierta distancia, unos 50 kilómetros, bueno, 100 kilómetros, 150 kilómetros; lo último fue 600 kilómetros - nos preguntamos si no es, con la mayoría de las esponjas, como con la mayoría de las conchas, que está importada de otros mares.