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Vamos a ver qué nos espera en la fábrica de Eckhart.

Terminamos de visitar la fábrica de instrumentos de viento de boca.

Empezaron fabricando flautas y pícolos, pero, ahora, también fabrican saxófonos, oboes, fagotes, clarinetes. Los fabrican de cualquier material desde plástico macizo hasta oro macizo, pasando por platino, plata, latón, madera, y otros materiales, o en una mezcla de varios de estos materiales. Por ejemplo, podría haber, en un solo instrumento, una combinación de madera, plata pura y oro.

El mayor aporte de esta empresa al mundo de las flautas es que, para llevar la afinación de estos instrumentos del viejo La con 435 ciclos de vibración por segundo, en uso desde 1859, a la moderna y más brillante, para no decir chillona, afinación de La con 440 ciclos, no lo hizo por el fácil pero inadecuado recurso de acortar la flauta sino por el medio substancial de recalcular totalmente todas las proporciones.

Es sorprendente por qué las flautas eran los únicos instrumentos que seguían con la afinación de 435 cuando todos los demás instrumentos de afinación fija ya utilizaban la afinación de 440 desde 1939; pero, de todos modos, fue esta empresa que - hace recién pocos años, en este último cuarto del siglo XX - terminó con esta anomalía, y ahora las flautas se afinan como todos los demás instrumentos; pero guardando las mismas proporciones acústicas exactas descubiertas por Boehm en 1847.

Vimos cómo se fabrica las flautas, empezando con un tubo de metal liso y llano al cual se le agrega, paso a paso, los varios agujeros - exactamente donde corresponden, la embocadura, los soportes para las teclas, terminando con el plateado electromagnético de aquellos instrumentos que no están hechos de plata pura.

También aprendimos cómo se consigue las formas desiguales de los saxófonos; ni más ni menos que como las formas desiguales de las mangas de una prenda de vestir: a partir de una hoja de material de forma trapezoidal, más ancha de un lado, más angosta del otro, en la cual se unen los dos costados largos.

Vimos cubículos aislados acústicamente donde se efectúa el control sonoro de cada instrumento, uno por uno, antes de despacharlo a plaza.

Nos contó nuestro guía una anécdota que muestra la importancia de la forma de los labios para la ejecución en instrumentos de viento. Resulta que había un flautista que estaba satisfecho con su instrumento; pero, un buen día, su instrumento empezó a sonar desafinado. Vino a la fábrica para que le revisaran la flauta, pero en la fábrica encontraron que la flauta estaba bien. Varias personas inclusive probaron la flauta y la flauta sonaba bien. Pero apenas el dueño de la flauta la tocaba, sonaba desafinada.  Y se pasaron horas buscando >>>>>>>>