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También, fuimos a otra concesionaria de nuestra marca con el problema del sistema eléctrico. Doctamente midieron el sistema eléctrico y dictaminaron que está Tudo Bem, con el pulgar para arriba; pero nosotros tenemos suficiente experiencia de este vehículo para saber que no está Tudo Bem. Entonces, decidimos hacer las cosas a nuestra manera.

Mañana, volveremos al primer taller. No les preguntaremos qué hacer, les diremos qué hacer. Primero, se colocará en el alternador un regulador de voltaje nuestro en vez del regulador de fabricación brasileña colocado el otro día. Si la cosa funciona, bien. Si no, se colocará otro alternador completo que tenemos de repuesto.  Pero así no se puede viajar.

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BL  Esta mañana, hecho lo dicho.  Pero con un asombro fulgurante, a punto de perder el aliento y de menear la cabeza cinco minutos.

Cuando el electricista desarmó el alternador para colocar nuestro regulador de repuesto que le dimos, salió a la luz del día algo que ninguna imaginación podría imaginar: en vez de un regulador con dos terminales que necesita nuestro alternador, había colocado un regulador con un solo terminal. Cuando tratamos de recobrar aliento para decirle por qué había hecho semejante barbaridad, nos explicó, con la tranquilidad de los que saben, que su regulador con un solo terminal es más moderno que el nuestro, y entonces debe de ser mejor. Le dijimos, dentro de lo que podíamos hablar, que la próxima vez que arregle un modelo 1927, le coloque una pieza electrónica, que seguramente andará mejor.  ¡Es increíble que se pueda ser tan idiota!

Ah, sí, y, antes de abrir el alternador, nos dijo que una de las baterías estaba mal y que había que reemplazarla. Preguntamos por qué. Porque estaba descargada. Entonces le dijimos al estúpido que estaba descargada porque habíamos utilizado el ventilador toda la noche y no porque estaba mal la batería. ¡Qué barbaridad! ¡Y éste es uno de aquellos que van a participar en la democrática conducción de su país por intermedio de un voto o de una función pública!

Bueno, se colocó nuestro regulador de dos terminales, y todo tuvo un final feliz, como en un cuento de hadas.

Bueno, no en seguida. Naturalmente, quisimos el reembolso del importe del regulador de un terminal colocado por engaño o por estupidez.

Al rato, salió a relucir un regulador de dos terminales - ¿cómo, un regulador de dos terminales, ya que, por lo que habían dicho, no tenían? - >>>>>>>>