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ve todavía vestigios de desmonte de los bosques que cubrían lo que hoy es campo fértil.

A 90 kilómetros después de la ciudad de Cascavel, la topografía se ha vuelto plenamente serrana, con bajadas y subidas que requieren segunda velocidad, para mayor fuerza o mejor frenada.

En consonancia, la tierra ha perdido su vigoroso uso agropecuario, habiéndose quedado en un estado más improductivo. No por nada se ha decretado esta zona, según rezan unos carteles, zona de asentamientos "indígenas", entiéndase paraborígenes. Lo mismo que en Vespuccia. "Apártense indios; lo mejor para nosotros."  ¿Será así en todo el Brasil?

Está anocheciendo; vamos a hacerles caso a las muchas advertencias escuchadas fuera y dentro del Brasil, y vamos a retomar nuestra política de Colombia y del Perú de pernoctar en lugares de mayor seguridad disponible.

En conformidad, estamos estacionados a un costado de una estación de servicio.

Hay que aclarar que todas las estaciones de servicio que vimos hasta ahora a lo largo de la carretera, y las hay frecuentemente, más que estaciones de servicio son recintos, o núcleos, de servicio, vastos, con capacidad para muchos camiones con acoplados, con servicios de comida y otros.

Por ejemplo, frecuentemente con una "oficina" de mecánica; se entiende que no se trata de algún estudio de ingeniería mecánica sino de un taller mecánico, ya que la palabra oficina es uno de los varios falsos amigos que parecen ser lo mismo en portugués y en castellano pero que, en realidad, significan otra cosa.

También hay hileras de tomacorrientes las que automáticamente nos hacen pensar en las hileras de tomacorrientes del Canadá; e incluso, en ambos casos, los tomacorrientes tienen que ver algo con el frío - salvo que de manera diferente, opuesta. En Canadá, era para combatir el frío, para conservar el motor de un vehículo estacionado tibio, para poder arrancarlo, mientras que acá, es para producir frío, permitiendo a los camiones frigoríficos que estacionan para la noche conectarse con la electricidad y conservar su carga fría.

Es en estos recintos de servicio que los camiones suelen pernoctar. En éste, ya hay media docena de camiones - de aquellos de larga distancia - estacionados para la noche.

Recién exploramos las ondas radiofónicas. Del desierto de siempre, emergió el resplandor de música clásica. Y ¿de dónde venía? Pues de Montevideo. Es increíble en cuántos lugares lejanos ya nos sirvió de compañía dicha radiodifusora, en cuántas direcciones desde Montevideo, empezando con la lejana Patagonia.