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masas de una cierta filosofía, en arrastrar las masas por un cierto camino; en un caso, cívico, en el otro caso, religioso. Incluso, Radio Nacional también se basa en fórmulas de esperanza como ser Surco de Progreso.

Hasta en su formato, las dos emisoras tienen la misma costumbre de interrumpir sus emisiones de las 14 a las 17.

Por otra parte, descubrimos un jueguito en las ondas radiofónicas, no sin relación íntima con lo mediatamente dicho.

•Hay una radiodifusora, acá en Asunción, que le lleva la contra a la voz del gobierno de Radio Nacional; llegando esa radiodifusora - nosotros no lo sabemos, pero así dice Radio Nacional - a repetidas mentiras, calumnias y difamaciones, en contra del gobierno; por lo que éste tiene a dicha radioemisora bajo la vigilancia de un interruptor, de manera que, cada vez que dicha emisora empieza a difundir algo que al gobierno le parece mentira, etc., se le corta la voz y queda su punto en el dial en el silencio.

•Cuando ello ocurre, al rato, el interruptor deja salir al aire algunas palabras, a ver si todavía sigue el tema prohibido - y si sigue, vuelve a cortar la transmisión, si no, la deja seguir. La propia emisora contrera lo toma, como no puede de otra manera, como un juego de buen humor y de astucia.

•En el buen humor, por ejemplo, cuando se le restablece la salida al aire, dice "Ahá, parece que volvió otra vez la democracia"; por ejemplo, en vez de decir que "está informando" dice que "está tratando de informar".

•En la astucia, a veces, cuando empezó a propalar un tema innocuo, entonces, en el medio de una palabra y sin previo aviso, empieza a emitir otro tema, de los discutibles, esperando que el censor no se dé cuenta - y a veces éste no se da cuenta, así que, al final de la emisión, la emisora contrera anuncia triunfalmente que difundió tal y cual cosa, con el sobre-entendido de que era tema prohibido metido de contrabando.

•Muy divertido, hasta cierto punto.

•Pero nosotros todavía no entendemos muy bien cuál es el propósito de los cortes, ya que, por otra parte, dicha emisora, cuando está emitiendo, no se hace problemas en tachar, en todas las formas del arte oratoria, a quien está haciendo los cortes, de pirata, y muchas veces hemos escuchado programas con temas antigubernamentales que pudieron salir al aire sanos y salvos.

•Tenemos la impresión de que lo que corta el llamado pirata, no es las opiniones abstractas antigubernamentales, sino las llamadas a manifestaciones que podrían desembocar en enfrentamientos, lo que, sí, es impensable en un país que venera más que nada, parece, la quietud y los beneficios de la paz, aunque haya que protegerla a golpes.