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Y quien gusta de rompecabezas puede buscar, justo al lado de la tierra Muñoz Gamero, otro caso de tierra que no se reconoce a primera vista si es ínsula o península.

Qué lío, y ramificado por toda la conislación chilena.

Otra realidad que subraya, en pequeña parte, la enormidad de la maraña es que Puerto Natales, de aguas pacíficas, se encuentra dentro del continente a casi la mitad de la distancia, en su latitud, entre la mar abierta del Pacífico y la mar abierta del Atlántico, más exactamente a 45/oo de la distancia desde el Pacífico abierto.

A unos 24 kilómetros al norte de Puerto Natales se encuentra un sitio de otro tipo de interés. De interés sobresaliente, pero, desde hace mucho tiempo, sólo intelectual e intangible.

A orilla del ancón Consuelo, se descubrió, en una cueva, una extraordinaria combinación, de restos de ocupación humana incluyendo un corral, con los restos de un animal catalogado como ... "prehistórico, extinto mucho ha", un milodonte, pero evidentemente todavía vivo hace unos 10.000 años, y, en este caso, evidentemente incluso domesticado. Según se dice, estos restos, cuando encontrados, estaban bastante bien conservados, los huesos, con remanentes de cartílago, ligamentos y músculos desecados.

Naturalmente, del hallazgo nada quedó en la cueva. Hoy, es una cueva cualquiera. Tampoco quedó nada cerca de la cueva; ni siquiera en Puerto Natales; ni siquiera en Chile. Hoy, quien quiere ver los restos tiene que viajar ¿a dónde? a Europa. A Londres, más exactamente. Así que, ¿para qué iríamos a dicha cueva?

Desde que estamos en Puerto Natales, mientras hacemos lo que sea, nos sentimos envueltos por un aire muy cálido que nunca se esperaría tan al sur del continente - y no es sólo asunto de ambitura sino también de humedad, que, ambas, sugieren latitudes mucho más norteñas.

Es que las ambituras costeras chilenas no son lo que tendrían que ser por la extensión en latitud; en el norte, en los confines baritropicales, son más frescas de lo que tendrían que ser; acá, en la extremidad austral, son más tibias de lo que tendrían que ser. Otro encuentro con la anomalía de la corriente Humboldt, más tibia en estas latitudes australes, y enfriándose a medida que se acerca al ecuador, según ya mencionamos.

Así, esta costa no tiene grandes fríos, rara vez debajo de 0º; si bien, en verano, no sube a más de unos 17º; en contraste con la costa atlántica, en la Argentina, que no beneficia de la anomalía Humboldt.

Nos encontramos un lindo lugar, a no más de cien metros de la ruta pero solitario, entre pequeños arbustos achaparrados, a diez kilómetros de Puerto Natales, para pernoctar.