español english français česky


. .
*

\ST/  Sábado.  A seguir con las anotaciones acumuladas.

Escuchamos con frecuencia al héroe pianístico Claudio Arrau, a todas las salsas; y especialmente en un programa de audiciones comparadas de todas las sonatas de Beethoven en las interpretaciones por otros pianistas y por este pianista. Según la convicción del autor de este programa, el señor Arrau siempre sale victorioso en estas justas musicales. Nadie toca dichas sonatas mejor que Arrau, y cuando alguien las toca mejor que él, es el propio Arrau, diez años más tarde en una nueva interpretación. Nos íbamos a olvidar especificar que Claudio Arrau es Chileno, naturalmente.

El planetario de Santiago se autodenomina el más moderno de Sud América.

Como ya dicho cuando bajábamos los Andes del lado chileno, no vimos ni uno de los famosos caracoles, si bien vimos muchas lombrices. Quizás en compensación, hay, en Santiago, un edificio astuto, con sus pisos en forma de espiral, como ya vimos en varias otras oportunidades, pero, en este caso, en juego doble, o sea dos caracoles lado a lado e unidos entre sí, de tanto en tanto, por pasillos, de manera que, en vez de subir por un caracol y tener el aburrimiento de tener que bajar por el mismo, se puede bajar por el otro, desde la altura que a uno le queda conveniente.

Los Chilenos parecen tener un concepto muy sui géneris del tuteo.

¬ En una entrevista radial que escuchamos en una de las emisoras universitarias, el entrevistado y el entrevistador se trataban de Profesor, pero se tuteaban: "Entonces tú crees, Profesor, que ...". Creímos que era una mezcla incongrua de protocolo académico y de intimidad entre los dos interlocutores.

¬ Pero, en el supermercado que nos sirve de cuartel general, hay un cartel rezando, rojo sobre blanco: "Señor cliente entrega tu vale ...".

¬ En una oportunidad, cuando pedimos direcciones a una mujer en la calle y ella no supo dárnoslas, con una amabilidad que ya no nos sorprende en Chile, se dirigió a otra mujer transeúnte para recabar la información que deseábamos, y se le dirigió, a una perfecta desconocida, tuteándola.

¬ A nosotros mismos, durante los contactos con la emisora de televisión, algunos de nuestros interlocutores nos tuteaban aun mientras nosotros seguíamos tratándolos de Usted.