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presentación, por aficionados o semi-aficionados, pero con un profesionalismo indiscutible - la mejor fórmula, nos parece, para este tipo de música.

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Hoy, antes que nada, fuimos al museo arqueológico de Salta - de la ciudad de Salta, por su ubicación, pero de la provincia de Salta, por su temática - porque siempre nos pareció la arqueología de la Argentina en general, y la del noroeste en particular, bastante misteriosa, para no decir vacía.

Nos empeñamos lo mejor que supimos, y prestamos la mejor atención que pudimos, al hablar con los encargados del museo, pero seguimos encontrándonos en un terreno bastante impalpable.

Haber escuchado nombrar,

/ etnias como los Santamarianos, los Lules, los Quilmes, y otros, todos éstos, conocidos bajo el nombre genérico de Diaguitas;

/ o grupos como los Chanes, venidos probablemente del Caribe, o como los Matacos, venidos probablemente de la Patagonia - pero ambos tan recientemente, hace quizás menos de 200 años, que uno se pregunta si pertenecen a arqueología, sin ningún otro dato substancial referente a ellos;

no es mucho para satisfacer la sed de saber.

La pieza más destacada de todo el museo, y simplemente única, es una momia, pero diferente de cualquiera de las muchísimas momias que vimos hasta ahora.

║ Para empezar, no es una momia de un finado sepultado sino de alguien, probablemente víctima de un temporal, que habrá buscado refugio en una cueva a 5.200 metros de altitud, al pie del volcán Llullaillaco - el mismo volcán que empieza el gran desnivel que ya mencionamos.

║ Luego, y consecuentemente, esta momia no descansa en paz. Está todavía en una posición, y con un gesto, de preocupación, tratando de proteger lo que le era más querido: es la momia de una mujer que, aparentemente, estaba embarazada y que trató de proteger su vientre, con las rodillas dobladas hacia arriba y con sus dos brazos en semi-círculo por encima; y así es que la inmovilizó la muerte y la subsiguiente momificación. Así que, hoy todavía, las rodillas están dobladas hacia arriba y los brazos forman un semi-círculo - pero, hoy, solamente en el aire.

De paso, aprendimos que la cumbre del volcán Llullaillaco es otra cumbre donde se encontró un santuario incaico.

El edificio mismo del museo se merece una mención. Parece muy bien adaptado al tipo de material que se expone, mayormente grandes vasijas de barro.  Además, >>>>>>>>