español english français česky

por cuanto no era evidente cuál tomar. Estamos llevando la cuenta de los vados; veremos cuántos habrá habido al llegar a Salta.

2.000 metros y bajando, bajando. Ahora, el camino ya no es pedregoso; pero cambió un problema por otro: está en cornisa, angosto y muy sinuoso.

Recién tuvimos que retroceder para dar paso a un camión en sentido contrario.

A 35 kilómetros de Salta. Es evidente que llegaríamos sólo para la noche. ¿Para qué? Vamos a pernoctar en la soledad de la quebrada, en un lindo lugarcito que justamente se nos presentó, al lado de unos arbustos - arbustos sin hojas porque estamos en invierno, pero arbustos al fin.

Qué diferencia entre este mundo - con el canto de los grillos, el burbujeo, hasta el bullicio, del torrente, el perfume débil pero real de la vegetación, aun escasa - y aquel mundo de silencio, de inmutabilidad, de las inmensidades desérticas; realmente dos planetas diferentes.

No creemos que tengamos que hacernos problemas de seguridad.

Mañana, tendremos que estar tempranísimo en Salta para poder aprovechar el día al máximo por lo que venga.

Recién escuchamos el informativo vespertino de Radio Nacional, con, según lo anunciado al principio, informaciones nacionales e internacionales. Lo escuchamos todito, porque, si no se conoce, no se puede formar una opinión; pero fue la primera y última vez que lo aguantamos: un despliegue de cuarta categoría por dónde se mire.

En cuanto a forma. La cortina musical, del más vulgar tipo foráneo; la calidad del sonido, pésima, como pasando por el hueco de una caja, tal vez por ser no una transmisión directa de la emisora local de Radio Nacional sino una retransmisión en cadena desde Buenos Aires; la velocidad, cataclísmica, sin aliento y sin inflexiones de los dos locutores; con la última palabra de un locutor todavía más pegada a la primera palabra del otro locutor que las palabras del propio locutor entre sí, seguramente un truco técnico para hacer la cosa todavía más ágil, entiéndase de mal gusto y cansadora.

Y en cuanto a contenido. De la hora entera que duró el informativo, 55 minutos fueron dedicados a noticias - hasta de las más parroquiales y triviales - del país, y sólo 5 minutos, a las noticias internacionales, limitándose éstas, por colmo, a la repetición estereotipada por milésima vez de rehenes en el Medio Oriente y otras cosas por el estilo.

Nos preguntamos por qué un informativo anunciado como nacional entró con tanto detalle en tantas trivialidades provinciales que habría que dejar a las >>>>>>>>