español english français česky

imposibles estas entidades. Por nuestra parte, nuestra imaginación ya detectó por lo menos tres osos y un felino.

Partiendo de una observación anodina, se desarrolló entre nosotros una conversación que nos obligó a dar formas a conceptos que no se nos habían ocurrido antes; que no se nos habían ocurrido antes por la simple razón de que no teníamos los elementos de juicio que estamos acumulando en esta Expedición. Sería imposible e inútil reproducir los meandros del diálogo, pero los conceptos esenciales son como sigue:

- El concepto de América Latina o, para mayor exactitud, Ibérica o, para definir mejor el tema, el concepto de América Hispana, es una ilusión. Países como Bolivia o Perú, para ceñirnos a lo que vimos recientemente, de hispano tienen sólo una pátina; su substancia sigue paraborigen.

- En tales países, una delgada capa de concepto europeo de la vida trata de sobrevivir y de imponer su filosofía a un substancial núcleo de concepto paraborigen de la vida.  Ambos conceptos, irremediablemente incompatibles.

- Por lo tanto, el concepto de la existencia hispana de tales países es una ilusión. Tales países ni siquiera tendrían que existir tales como son, porque están fallados por la base.

- El elemento europeo no logra los éxitos que le son habituales dentro de su manera de ver las cosas, porque es demasiado escaso para arrastrar el peso muerto que, para su filosofía, es la filosofía paraborigen.

- El elemento paraborigen, no estando dispuesto a adaptarse a la filosofía europea, pero estando siempre desequilibrado por ésta, tampoco logra una manera de vivir que sería exitosa dentro de su filosofía.

- Por ello, ambos grupos y el país artificial que se pretende armar de ambos, sufren cada uno a su manera.

- Casi todo lo contrario pasa en la América Anglosajona. La masa de la población es de filosofía activa europea. Los paraborígenes, por haber sido arreados en corrales, incluso exterminados, son tan pocos que su filosofía no es una carga incapacitante para la filosofía europea, de manera que el elemento europeo y el país prosperan a su manera, mientras los paraborígenes sufren en sus purgatorios sin poder vivir exitosamente según su filosofía.

- Además, las dificultades de países artificiales como Bolivia o Perú son agudizadas por sus condiciones naturales casi malditas, y por su lejanía, en sus años formativos, del impulso de Europa, mientras que las ventajas de países homogéneos como Vespuccia son multiplicadas por sus condiciones naturales casi benditas y por su cercanía al impulso de Europa, en sus años formativos.