Nosotros, mañana nos tomaremos un día de transición, y pasado mañana, viernes, empezaremos otra vez a movilizarnos.

Como no hay ninguna luz artificial en el pueblo, recién pudimos admirar sin interferencias la insondable magnificencia del cielo, con las habituales reacciones de siempre, pero también con una vista totalmente nueva para nosotros. Cada noche sin nubes de las que estuvimos aquí, habíamos observado y admirado un cuerpo celeste brillantísimo que no puede ser otra cosa que un planeta, pero recién lo vimos sin la interferencia de luces terrestres, tan fuerte, tan brillante, que su luz se reflejaba en las aguas del lago como habitualmente la Luna se ve; y no creemos equivocarnos al decir que incluso en la Tierra había una débil luminosidad que se podría llamar claro de planeta. Realmente único, por lo menos para nosotros.

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Hoy es nuestro último día, admirando por última vez, las sutilezas de las olas del lago Titicaca, olas que se podría llamar de frecuencia y de amplitud moduladas; y la múltiple variabilidad, en color, en tamaño, en volumen, en combinación, de las nubes, nubes que se podría llamar virtuosas.

Al anochecer

En estos 21 días pasados en Bolivia, a metros de su frontera, nos liberamos casi completamente de las permanentes aprensiones que nos invadieron en el Perú.  Veremos si el resto de Bolivia se merece la misma confianza.

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No, no será hoy que seguiremos nuevamente viaje. Se hizo un poco tarde, llegaríamos a La Paz demasiado tarde en el día. Mañana será pues. Tenemos ya tanto atraso en esta Expedición - tres meses o cinco meses, según cómo se calcule - que un día más no hará ninguna diferencia. Además, ayer no fue el día de interludio, de desahogo, que pensábamos que iba a ser; siempre algo nuevo para hacer, así que tenemos derecho a darnos este lujo, hoy.

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Sí, esta mañana, vamos. Por última vez nos corrimos de nuestro dormitorio, cerca de la tranquera de la frontera, al lago para un último desayuno mirando todavía con renovado interés el calidoscopio siempre cambiante de las nubes y de las olas.