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  Ahora bien; no por lo único y magnífico del púlpito, hay que ignorar injustamente los otros atributos de esta iglesia, que concurren para crear un ambiente agradable.

La iglesia de Santa Clara es para aquel que se queja de que todas las iglesias son iguales. Esta no se parece a ninguna otra que conozcamos, ni siquiera se parece a una iglesia: tiene todo su interior, sin omitir un rinconcito, forrado de una multitud de espejitos a varios ángulos. El día que se querra dar otro destino a esta iglesia, podría ser, sin duda, un salón de baile, de los enloquecidos; lo único que faltaría sería disparos de luces coloreadas rebotando de espejito en espejito.

  Calle Hatun Rumiyojr.

→ Había el palacio del inca Rojra; pero hoy, en su sitio, está el palacio del arzobispo.

→ En la misma cuadra, en la pared incaica que todavía subsiste del Ajrlia Huasi - que podría ser, pues, el Aqhlia Huasi - o sea, según ya sabemos de Rajrchi, la residencia de las ñustas, uno de los bloques tiene 12 ángulos, por lo que la maquinaria propagandística se empeña en hacerlo famoso, pero nosotros no le vemos la gracia. ¿Por qué nadie habla de la extraordinaria piedra de 14 ángulos, según nuestros cálculos - o de 26 ángulos, según el orgulloso cálculo de los encargados del lugar - y con sus 6 caras diferentes a la vista, no todas en el mismo plano, que vimos en el vano de entrada al templo del Sol en el Jrori Cancha? - ¿o acaso tendría que ser Jrori Jrancha?

Y naturalmente, yendo de un sitio a otro, se pasa por lugares que tienen solamente el recuerdo de lo que eran. Pasamos por el solar del Jrora Jrora, del palacio de Sinchi Rojra, donde, hoy, está el Portal de Carnes e inmuebles contiguos; pasamos por el Jrasana, solar del palacio de Pachacutejr, área hoy ocupada por el Portal de Panes y casas aledañas; pasamos por Hatuncancha, solar del palacio de Tupajr Yupanqui II, hoy, sitio del Portal de Belén y edificios contiguos; y, naturalmente, bastante tiempo pasamos en Huajray Pata, la Plaza del Llanto de los incas, la plaza donde muchas barbaridades, muchos asesinatos oficiales, fueron cometidos: hoy, la Plaza de Armas.

Pasamos muchas veces a lo largo de Amarú Cancha, el solar del palacio del inca Huaina Jrápaj - que podría ser Qhapaq, pues - el último emperador global; pero nos fue imposible visitar hasta ahora el edificio erigido en su sitio por los invasores, la iglesia de la Compañía de Jesús, porque está siempre cerrada a pesar de la sorprendente variedad de horarios que nos fueron suministrados por varios informantes, incluyendo la oficina de turismo, justo al lado mismo de la iglesia, la oficina donde, de todos modos, nada saben.

  Según la maquinaria propagandística, la fachada de la iglesia de la Compañía luce una arquitectura muy lujosa y sin igual en el Perú y en América entera, >>>>>>>>