español english français česky

\►♦/ En la ciudad misma.

  El solar del Quisuar Cancha, también escrito, por los xenófilos, Quiswar Cancha, e incluso, por los xenólatras, Kiswar Cancha, solar del templo del dios Illa Tejrse, y del palacio del inca Huirajrocha. El solar solamente, porque de este templo-palacio nada queda, arrasado que fue por los invasores. Hoy, en el solar, se levanta la Catedral.

  La Catedral.

  Según la fanfarria propagandística, su fachada es de estilo "plateresco, barroco, xiloformo, neoclásico", pero según nuestros ojos, no se merece una segunda mirada.

  Según la fanfarria propagandística, su edificio es considerado como la joya de la arquitectura colonial y el más suntuoso de la América hispánica; pero según nuestros ojos, su descripción más apropiada es: muy cavernosa, muy cavernosa.

  En su construcción, se gastó diez millones de ducados de oro sin contar el valor del ornato interior; lo que prueba dos cosas; una, que millones de ducados de oro no son suficientes para garantizar una creación artística; y otra, que riqueza robada se gasta fácilmente.

  El único rasgo de interés - de interés verdadero, y rasgo único en lo que vimos hasta ahora - es su altar mayor, todo cubierto de plata repujada con un efecto felizmente más artístico que ostentativo.

  También hay una custodia, de la cual la catedral se ufana que es toda de oro macizo de 22 quilates - de oro incaico robado, se entiende, pero sería de mal gusto mencionarlo - de 1,2 metro de alto, con un peso de 2 arrobas y 16 libras, y con más de 2.000 piedras preciosas. (Siendo una arroba algo de 11,5 kilogramos.)

  También hay un carro triunfal de plata - nos preguntamos si de plata robada en el Perú o en Bolivia - para el Corpus Cristi. Hay joyas y alhajas para las virgencitas en muñecas. Y muchos cuadros de la Escuela Cusqueña, grandes, obscuros, administrativos, y mal iluminados a propósito para obligar la gente a visitar el templo no durante la misa en un altar lateral, como hicimos nosotros, sino visitarlo en las horas de turismo a tantos dólares por entrada.

   Debajo de esta catedral, corre un pequeño arroyito.

  El Ajrlia Huasi, habitualmente escrito Ajlla o Aclla; de todos modos, la residencia, o los aposentos, de las ñustas, o sea las vírgenes del Sol. Todavía quedan algunas de sus paredes. Se dio varios usos al solar, entre otros, un hotel. Vimos la pasmosa incongruencia entre habitaciones de hotel - con todos los pertrechos, incluso vanidades, cosmopolitas del caso - y, en >>>>>>>>