español english français česky

sedimentarias totalmente diferentes y horizontales. De manera que, primero, tuvo que haber un depósito de varias capas sucesivas de sedimentos, luego, la inclinación de éstas, luego, un proceso de erosión para aplanar la curvatura del terreno, y finalmente, y quizás concurrentemente, un nuevo proceso de sedimentación de capas más recientes.

. .
*

\QT/  Hoy, otro día de remolino inverosímil.
 9x
Entre otras cosas, parece que las dos dichosas cubiertas adicionales están en Guayaquil. Pero recién cuando las veamos, lo creeremos de verdad.

Encargamos un toldo para nuestro portaequipaje. Parece fácil encargar un simple rectángulo de tela engomada con ciertas medidas y características de ojalillos; pero más tarde en el día Božka se dio cuenta de que había errores en los cálculos de medidas. Felizmente así, porque a raíz de esto, nos enteramos, por pura casualidad, de que pensaban hacer una costura longitudinal no en el medio, como sería lo lógico para una cosa bien hecha, sino descentrada hacia un costado. Y la tela ya está cortada. Otro problema para solucionar.

En el consulado peruano, no fueron capaces de conseguirnos un mapa carretero del Perú, y tampoco un simple plano de Lima. Tuvimos que correr a casa de un hombre que tuvimos la suerte de conocer, que tiene mapas del Perú y tuvo la gentileza de dejarnos anotar kilometrajes tras kilometrajes. Más de una hora con esto, sin contar la odisea de encontrar la calle.

Preguntamos por la calle a quince o veinte personas, sin exagerar. Nadie la conocía; y el último que no la conocía estaba parado, encontramos luego, a media cuadra de la calle buscada. ¡Increíble! Naturalmente, si todas las calles tuvieran su nombre indicado, sería más fácil, pero sería demasiado pedir.

Naturalmente, tratamos de comprar el mapa y el plano, pero imposible. Está prohibido importarlos. Porque los mapas peruanos indican la frontera entre Perú y Ecuador con gran desmedro y ofensa para Ecuador, que Ecuador no puede aceptar.

Bueno, algún día tendrá que terminar este asombroso remolino, y estaremos nuevamente en camino.  Esperamos.

. .
*