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debida forma se vuelva nulo por el extravío de una papeleta, la que tendría que ser solamente un comprobante y no una parte fundamental. Con este mismo criterio, si perdemos nuestra partida de nacimiento, no existimos. Si alguien pierde su título de propiedad, pierde la propiedad.  ¡Es increíble!

También estamos en suspenso por las dos cubiertas de super-reserva: que sí, que van a tratar de traerlas; que no, que el hombre que tiene que ocuparse del asunto en Miami está enfermo; que sí, que se repuso más rápido de lo que se pensaba; ah, pero que no, que las llantas ya fueron entregadas al puerto para su despacho por vía marítima, de manera que no se las puede mandar más por vía aérea - lo que para nosotros es vital; ah, pero que se va a tratar de rescatarlas del puerto para ponerlas en el avión.  ¡Simplemente increíble!

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Esta mañana, decidimos - por ser esta semana, a la fuerza, la última que podemos quedarnos en Quito - hacernos hoy una escapadita a ver unas pirámides en el sitio Cochasqui, a unos sesenta kilómetros al norte de Quito, que nos fue mencionado por los arqueólogos de la costa.

Aquí estamos.

Nos encontramos con una extensión de unas catorce hectáreas que, para el desprevenido, sería de un terreno de múltiples ondulaciones suaves; pero que, para el que sabe, es de un apretado grupo de quince acumulaciones geométricas de tierra, o sea de mano de hombre - ciertamente no pirámides, según vemos, por más que digan, y que no se nos ofendan, los arqueólogos, sino más bien túmulos; y aun más exactamente, ya que cada túmulo tiene su parte superior chata como para un edificio o una explanada, más bien plataformas; quince plataformas, es lo que aquí hay.

La particularidad de estas plataformas es que nueve de ellas tienen, en su faz sur, un larguísimo apéndice como una rampa de acceso de inclinación suave.

Los tamaños varían substancialmente; la plataforma - incluyendo su apéndice - más larga alcanza unos 395 metros, y la altura de la plataforma más alta es de unos 46 metros.

La pura verdad es que todavía nada se sabe de este conjunto de plataformas. Las referencias oficiales ignoran verbos conjugados en tiempos pasado o siquiera presente; todo está en el futuro.  Se hará esto, se hará lo otro.

E ignoran que, en el pasado, se hizo dos excavaciones que, más que de arqueología, fueron de saqueo. Una, hace ya cincuenta años, cuando se encontró en las gradas de cangagua de una de las plataformas casi 600 cráneos colocados >>>>>>>>