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­Þ otra noticia, si se la puede llamar noticia: la repetida advertencia de que una guerra nuclear, aun con un pequeño porcentaje de las armas nucleares disponibles, significaría la aniquilación de la humanidad en el hemisferio norte; pero, si nos podemos permitir un chiste barato - tal vez chistes baratos son el mejor antídoto contra preocupaciones trágicas - a nosotros, el problema no nos concierne mucho ya que aquí mismo, con dar un solo paso, podemos cruzar del hemisferio norte al hemisferio sur, y estar así a salvo.

Esta madrugada, si bien no íbamos a ninguna parte, nos levantamos tempranito como de costumbre; parece que siempre hay una razón para levantarse temprano; hoy, fue para observar qué tal es un amanecer en el ecuador propio. Pues, difícilmente se podría imaginar un amanecer más insulso, más diluido, que el de esta mañana. Empezó a clarear, y no se sabía dónde se encontraba el este; se hizo luz totalmente, y todavía el oriente podía haber estado en cualquier dirección del horizonte; eventualmente, nos dimos cuenta por qué: el levante estaba tapado por nubes impenetrables mientras que las demás partes estaban bastante despejadas.

Más tarde en el día, nos dimos cuenta de que la parte oriental del horizonte siempre estaba bastante nublada aun cuando las demás partes del cielo estaban despejadas; se nos ocurre que debe de ser así muy a menudo porque, no muy lejos de aquí, en la exacta dirección del ecuador, se yergue el segundo volcán en altitud de Ecuador, el Cayambe, con una cumbre de 5.953 metros de altitud.

A no ser que sea 5.790 metros, otra altitud que tenemos; bueno, por ahí, más o menos, según el implícito desconocido margen. Nos preguntamos cómo, con semejante elasticidad de mediciones, se puede dictaminar cuál cumbre es segunda o primera, a no ser que el margen por debajo de la supuesta cumbre más alta quede efectivamente más alto que el margen por encima de la supuesta cumbre menor.

Además, si pudiéramos hablar con topógrafos, más exactamente orógrafos, les preguntaríamos, si miden con la capa de hielo o sin la capa de hielo; y si miden, de no haber hielo, incluyendo las posibles acumulaciones de pedrejones sueltos o solamente el cuerpo sólido de la cumbre; y qué pasa con variantes - ya sea en ambas direcciones, como derretimiento o acumulación de hielo, o en una sola dirección, como erosión y derrumbe de los demás materiales - cambios de varios metros, que pueden ocurrir en horas.

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Esta mañana, otra vez nos levantamos muy temprano, todavía con oscuridad total; esta vez, fuimos recompensados por un ambiente despejado; el firmamento estaba sembrado de una densa profusión de estrellas, constelaciones; al rato, se fue borrando la pizarra celestial, empezó a infiltrarse el alba, y nos preparamos a tomar una fotografía del marcador del ecuador con el Sol, en el >>>>>>>>