español english français česky

aventura de encontrar ésta. Finalmente, conseguir la autorización, y por escrito, fue cuestión de minutos, pero se puede decir que nos costó cinco triunfos, los triunfos de encontrar cinco direcciones en Bogotá.

  El colmo es que, ahora que tenemos el preciado papel en el bolsillo, no estamos convencidos en lo más mínimo de que realmente queramos utilizarlo, de que realmente queramos enfrentar el viaje que ya sabemos lo difícil que es - y hasta más allá de Muzo. Pero la autorización no tiene vencimiento, así que, mientras estamos todavía trancados aquí, en Bogotá, por los dientes, tenemos tiempo de pensarlo y repensarlo.

Seguimos deleitándonos con los tesoros de música clásica.

A Božka se le ocurrió una explicación de tan insólito y, naturalmente, bienvenido, fenómeno; dijo que parecería como si los directores musicales de las emisoras, cuando van de compras, adquieren las grabaciones más baratas obtenibles por estar en oferta porque las masas no las quieren, y como se puede postular que lo que las masas quieren es lo menos refinado, sigue por ende que lo que dejan es lo más refinado, diferente y, consiguientemente, interesante; dijo que parecería como si, no dijo que así es.

. .
*

Pasaron quién sabe cuántos días; mañana será el 30 de mayo; mañana, Karel tendrá la última sesión con el dentista; mañana, saldremos para la mina de esmeraldas de Muzo - no es que así lo hayamos decidido, pero así nos dejamos llevar.

No hubo novedades en estos días, lo que - como siempre - no quiere decir que no hubo trabajo intensivo; en este caso, tratando de recuperar parte del atraso en la transcripción de las cintas de anotaciones: esta cinta siendo grabada es el número 121, vale decir que ya tenemos 120 horas completas de anotaciones habladas; y la cinta alcanzada en las transcripciones es el número 114.

\BG/  Quizás sería el momento para unas anotaciones sueltas. 

> Permeándolo todo, siguen las delicias de los refinados programas de música clásica. También escuchamos, si bien no tanto como nos hubiese gustado, música de ciertas tribus amazónicas; qué expresión más sentida se puede lograr con sólo dos notas de percusión - se podría escuchar cinco minutos, diez minutos, como si fuera un instante; y el sonido es natural, simpatiza con las vibraciones humanas, nada de sintético, nada de inflado. Naturalmente, tanta bonanza causa problemas: cuando cuatro estaciones dan, todas a la vez, programas de música igualmente interesantes, y hay que elegir uno; cuando hay >>>>>>>>