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de Hacienda. Es increíble que un turista tenga que pedir permiso de salida para salir de un país donde ni siquiera tiene derecho a quedarse; eso, uno esperaría escucharlo de un país de dictadura.

Y la tremenda cantidad de horas perdidas en los varios trámites; este último trámite de permiso de salida nos tomó dos horas. ¿Cuántas horas perdimos en trámites perfectamente enojosos desde que cruzamos la frontera a Panamá? Debe de ser alrededor de doce horas, un hedor de dictadura, o ineficiencia patológica, nada menos.

Y si se suma esto, a lo desagradable que es manejar en calles con indicaciones viales deficientes y a menudo inexistentes, y a la actitud mandamás de los mozuelos de policía, no le da gana a uno volver a Panamá por más que, por otra parte, Panamá tenga cosas muy interesantes.

Ah, y antes de que nos sigamos olvidando. En la difusión de nuestra entrevista en el canal educativo de televisión, salió por primera vez a las ondas hertzianas la palabra "Vespuccia" - explicada por nosotros, y adoptada por la entrevistadora, de inmediato y con naturalidad, casi con desahogo y gratitud por no tener que utilizar los eufemismos o las inexactitudes habituales.

De tanto utilizar las palabras "entrevista", "entrevistadora", se nos ocurrieron las preguntas: ¿por qué, estas palabras, cuando la esencia del asunto no es la vista sino el habla? - ¿por qué, si existen las palabras "monólogo", "diálogo", no existen las palabras "intérlogo", "interlogadora"? Ya que "análisis por conversación" sería demasiado largo, a no ser que se lo diga en checo: "rozhovor".

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\CP/   Está pasando el último día en Ciudad Panamá.  
 FIN 
Después de una  estadía tan larga, después de tanta actividad, hemos entregado nuestro vehículo a la empresa de navegación; lo pusimos nosotros mismos en un contenedor, el contenedor está sellado, realmente hicimos lo mejor que pudimos para encontrar el vehículo entero, con todas las cosas adentro, en Cartagena. No queda más que un compás de espera hasta mañana a las cinco de la mañana, cuando iremos al aeropuerto para Yaviza.

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Bueno, en el aeropuerto. Tropezamos con más formalidades: para este vuelo de una hora, dentro de un país, en una avioneta que seguramente será pequeña, nos pidieron documentos y más datos que, sólo por casualidad, no incluyeron el >>>>>>>>