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resistir la tentación de hacer una pregunta a la cual no hay contestación: a saber, por qué, en la armada y otros servicios vespuccianos, se refieren a las horas del día por centenares; por qué lo que, en otras partes de la Tierra, se llamaría, por ejemplo, 14 horas 20 minutos, ellos lo llaman 1.420 horas, literalmente en inglés: fourteen hundred twenty hours. El oficial nos informó atenta- y orgullosamente que es para no confundir las horas de la mañana y las horas de la tarde. Pero, cuando le dijimos que eso ya lo sabíamos, que lo que no entendíamos era, por qué, para lograr la precisión deseada, hablan de centenares de horas cuando todo el mundo sabe que hay solamente 24 horas en un día, o sea por qué le interponen la palabra "hundred" (cien) en vez de decirlo como se dice en otros países - o sea 14 horas (sin ninguno de esos centenares de horas injustificados) y 20 minutos, nos dijo que no sabía, que así se había hecho siempre. Lo que, evidentemente, no es una explicación muy convincente. Así que nos estamos quedando todavía con esa aguda duda de por qué toda una casta de personas con uso de razón habla de centenares de horas cuando las hay solamente 24 cada día. Probablemente ello la hace sentirse superior, diferente del vulgo; y, naturalmente, el vulgo se deja impresionar por semejante disparate.

Nos preguntamos, cómo los arqueólogos del año 22.000 interpretarán la manera vespucciana de dividir el tiempo - a veces en 12 horas, a veces en 2.400 horas, cómo interpretarán la horología vespucciana.  Nos imaginamos el siguiente

"Informe Arqueológico, año 22.000 d.C."

"De acuerdo a los últimos descubrimientos en la Investigación Arqueológica de Vespuccia, parece que la vieja civilización vespucciana tenía un juego de dos horologías, extrañamente, concomitantes pero, cada una, con su propio ciclo, de manera que volvían a cualquier posición concurrente específica sino una vez cada día.

Parece que estas dos horologías eran como sigue.

Una, era una Horología Solar, y la otra, era una Horología Ceremonial.

* La Horología Solar tiene que haber tenido alguna relación con el culto del Sol porque estaba dividida en dos períodos de 12 horas cada uno; el primer período, empezando en lo más negro de la noche y ascendiendo al ápice del Sol en el cenit, y el segundo período, hundiéndose progresivamente de ahí, de vuelta a las tinieblas de la noche.

  Las horas, en ambos estos períodos, estaban numeradas idénticamente de 1 a 12, con la sola diferencia de que las horas del Sol Naciente se denominaban AM y aquellas del Sol Cadente, PM. Esta denominación, como AM y PM, demuestra, de por sí, la tremenda importancia dada por la civilización vespucciana a esta Horología Solar porque esa civilización sintió que tenía que utilizar, para esta denominación, no simplemente palabras de su propio idioma sino palabras >>>>>>>>