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> Se está preparando el satélite joviano artificial Galileo para lanzamiento en 1986.  El Galileo no será lanzado por cohete desde la Tierra sino desde el transbordador Columbia, y tardará más de dos años en llegar a su destino, a fines de 1988.

Desde su órbita alrededor de Júpiter, dejará caer por paracaídas una prueba de instrumentos dentro de la atmósfera del planeta. Se sabe que la prueba será destruida por el calor y la presión de Júpiter, pero no hay otra manera. También estudiará en detalle los cuatro satélites más grandes de Júpiter, utilizando, cada vez, la gravedad de cada satélite para doblar su trayectoria.

Vimos un modelo reducido de este laboratorio espacial Galileo; y las pantallas de alambre cubierto de oro que vimos armadas en la cámara estéril son las que viajarán a Júpiter.

> Se prepara, para un lanzamiento en 1985, un sistema de ocho cámaras fotográficas - cuatro cámaras para abarcar grandes extensiones del cielo, y cuatro cámaras para estudiar detalles de objetos individuales. En compañía de un telescopio que viajará en el mismo laboratorio, estas cámaras detectarán objetos cien veces más débiles, y con una resolución diez veces mejor, que lo que se puede detectar desde la Tierra. Y parece que nada en el cielo escapará al ojo inquisitivo de las cámaras: fotografiarán asteroides, cometas, planetas de nuestro sistema, estrellas cercanas, galaxias y quasares.

> Se está estudiando un satélite para Venus que, por medio de radar, relevaría la superficie de aquel planeta con una resolución de 300 metros a través de las espesas y venenosas nubes de ácido sulfúrico y de anhídrido carbónico que esconden el planeta.

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Se propuso un satélite munido de cuatro telescopios para hacer un estudio integral del cielo dentro de los largos de onda de extremo-ultravioleta, o sea entre cien y mil angströms.

>  Se está estudiando un laboratorio espacial que giraría alrededor del Sol en la misma órbita que la Tierra pero a 90 grados detrás de ésta, para analizar comparativamente los acontecimientos solares desde otro ángulo.

> Una posible misión futura sería mandar una nave, resistente al calor y a las radiaciones, a la vecindad misma del Sol, para estudiarlo y fotografiarlo con telescopios, de luz visible, de luz ultravioleta y de rayos X. Para alcanzar la velocidad necesaria para llegar al Sol, habría que mandar la nave primero hacia Júpiter, donde la nave, en una vuelta alrededor de dicho planeta, desarrollaría bastante velocidad como para poder seguir hacia el Sol.

> Otra misión en curso de estudio es un satélite circulando alrededor de Saturno durante unos tres años, no para estudiar Saturno sino para aprovechar las órbitas para estudiar en repetidos encuentros principalmente el satélite Titán, y también los satélites Dione, Rea, Hiperión y Iapetus.