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ciudad de Saint John's. Es viajando otra vez por esta carretera super-moderna después de haber viajado por caminos super-naturales que uno realmente ve cómo estas carreteras modernas lo engañan a uno en cuanto a la topografía verdadera del terreno. Se puede decir que estos dos tipos de caminos son el símbolo de todo el contraste - en todos los aspectos de la vida - entre, por una parte, el confort y muchas veces la innocuidad de la vida civilizada y, por otra parte, las dificultades pero, en cierta manera, la áspera belleza de la vida más natural.

Hoy, el tiempo sigue muy lindo, soleado, con solamente unas pocas nubes como para embellecer el cielo. Hablando con Terranovenses, nos enteramos de que la mejor época del año para visitar su isla es ésta - porque es cuando hay más probabilidad de días soleados, si bien frescos o fríos, mientras que, en verano y otras épocas, es mucho más probable que llueva y que haya neblina. Así que parece que, felizmente, aquel primer día en esta isla fue una excepción en cuanto a tiempo.

El paisaje sigue siendo como siempre, y no se puede sino repetir lo de siempre, o sea que uno no se cansa de mirar por todos lados; se puede precisar que es siempre lo mismo - o sea que son siempre los mismos ingredientes presentes en el cuadro - pero siempre en combinaciones y proporciones diferentes, y a cada vuelta de camino uno siempre se asombra ante un espectáculo que no deja de ser sorprendente. La mejor manera, quizás, de expresar la belleza de esta isla es decir que todo el camino que estuvimos, y estamos, recorriendo hacia el este, y que tendremos que recorrer en sentido contrario para seguir, entonces, nuestro viaje hacia el norte - y que teníamos miedo que nos resulte aburrido la segunda vez - ahora, estamos contentos de que lo vamos a cubrir esta segunda vez, y estamos seguros de que no nos vamos a aburrir y de que nos gustaría recorrerlo una tercera vez también.

Nos estamos acercando a Saint John's. La topografía se ha vuelto mucho más tranquila. Las rocas, del substrato y de superficie, no se ven más, todo está cubierto de bosques de coníferos.
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Hoy es el día después de nuestra visita de Saint John's.

Salimos tan tarde, anoche, de la ciudad para encontrar un lugar donde pernoctar en las afueras que nos acostamos a las 0:30 de esta mañana, por lo que se entiende que no hayamos apuntado nada ayer de lo que vimos en Saint John's. La única ventaja de habernos acostado tan tarde fue que, otra vez, tuvimos la oportunidad de admirar con nuestros prismáticos la belleza del cielo a través de una atmósfera sumamente límpida; en particular, admiramos un objeto celeste que realmente - y no como descripción figurada solamente - centelleaba como un diamante en la oscuridad de la bóveda celeste; en >>>>>>>>>>>>>>>>